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15/2/11

Un mundo sin final, amén

"[...] - ¡Eres un perfecto diablo, Lestat! - iba diciendo -. Eso es lo que eres. ¡Eres el mismo Diablo!

- Sí, lo sé - decía yo. Era tan encantador mirarlo, ver que la rabia lo llenaba de vida -. Adoro oírte decir eso, Louis. Necesito oírtelo decir. No creo que nadie lo diga nunca como tú lo dices. Vamos, dilo otra vez. Soy un perfecto diablo. Dime lo malo que soy. ¡Me hace sentir tan bueno!"

La Reina de los Condenados, Anne Rice

13/1/11

Khayman, mi Khayman.

"[...] También le gustaba la sangre de sus víctimas, claro está. No hacía falta decirlo. No formaba parte de su pequeña broma. La muerte no era divertida para él. Acechaba en silencio a su presa, no quería conocer a sus víctimas. Todo lo que tenía que hacer un mortal era hablarle, y él daba media vuelta. No estaba bien, según su opinión, hablar con esos dulces seres de ojos cálidos y luego engullir su sangre, romper sus huesos y sorber su médula, estrujar sus miembros hasta escurrir totalmente la pulpa. Y era así como se alimentaba ahora, con tanta violencia. Ya no sentía mucha necesidad de sangre; pero la deseaba. Y el deseo lo dominaba en toda su pureza arrebatadora, muy distinta de la sed. En una sola noche, podía hacer un festín y despachar tres o cuatro mortales.

Pero estaba seguro, absolutamente seguro, de que una vez había sido un humano. De que había andado bajo la luz y el calor del día; sí, una vez lo había hecho, aunque evidentemente, ahora no podía. Se imaginaba sentado en una mesa de madera, cortando por la mitad un melocotón maduro con su pequeño cuchillo de cobre. Era bello el fruto que tenía ante sí. Conocía su sabor. Conocía el sabor del pan y de la cerveza. Veía el sol brillando en la monotonía amarilla de la arena, que, afuera, se extendía kilómetros y kilómetros. Túmbate y descansa en el calor del día, le había dicho alguien una vez. ¿Era el último día en que había estado vivo?[...]"

La Reina de los Condenados, Anne Rice

30/10/10

El magnífico egoísmo de Magnus

Hace unas semanas decidí volver a leerme todos los libros de Anne Rice. Probablemente parezca una magna misión, puesto que son bastantes libros... Por no hablar también de que tengo tantos otros autores a los que leer por primera vez, pero cada vez que oigo mencionar a Lestat (sobre todo por mi cuñada, que ha empezado a leerse los libros y cada vez que habla de ellos me pone los dientes largos!) o leo en foros frases pronunciadas por Marius o Maharet, me entra una nostalgia por el magnífico mundo de vampiros y brujas que llegó a crear Rice... y recuerdo todas las sensaciones que experimenté por aquel entonces, que me ha resultado imposible resistirme por más tiempo a una segunda lectura de la obra de Anne Rice. Así que me he puesto a ello.

Reencontrarse con los libros después de tantos años resulta un tanto confuso, puesto que, primero, lo revives todo de nuevo, tal cual lo estás leyendo, sin complicaciones. Segundo, recuerdas quién eras por aquel entonces y cómo reaccionabas a lo que estabas leyendo. Y tercero, ahora todo lo entiendes de otra forma, por cómo eres ahora y por toda la experiencia que ya tienes a tus espaldas (que son 10 años ya xD). Quizás se llega a comprender mejor, de una forma más profunda, y se es capaz de ir más allá de la simple figura de Lestat, traspasar la carne y beber de su alma, entendiendo, realmente, lo que está contando. Es curioso cómo la historia sigue siendo la misma, pero a la vez tan diferente... al igual que el lector.

De momento, voy por el segundo libro, "Lestat El Vampiro", después de dejar atrás ya el sombrío y gris "Entrevista con el Vampiro". Qué diferentes son los libros, por lo diferentes que son ambos protagonistas. A todo el primer tomo le envuelve un aura melancólica y depresiva. Louis nunca fue, en realidad (al menos, para mi), un vampiro demasiado pasional. Siempre le he visto muy pasivo en cuanto a su naturaleza, sobre todo porque es uno de los que más se aferran a su parte humana. Pero en el segundo tomo, ya con Lestat como absoluto protagonista, hay una atmósfera mucho más trabajada, mucho más desgarradora, trágica y por supuesto, muchísimo más interesante.

Uno de los primeros puntos interesantes con los que me he reencontrado ha sido al Matalobos. No por la escena en la que Lestat, humano todavía, se enfrenta a ocho lobos y sale triunfador, sino por la aparición de Magnus. Es rápida, sombría y perturbadora. Y Lestat se da cuenta de que ese ser con máscara que le observa, en el teatro, en realidad no corresponde a ese sitio y sabe de él y de los lobos.

La conversión no se hace esperar. Y Magnus, un vampiro de vete tú a saber cuántos años y del que no sabemos un carajo, decide que Lestat, magnífico como ser humano, será espléndido como vampiro. En un arrebato de puro egoísmo (o no, según se mire), decide acabar con la vida mortal de un joven perfecto, y nombrarle su heredero. ¿Y qué nos regala? A Lestat el Vampiro. Al Príncipe de las Tinieblas. A uno de los seres sobrenaturales más emblemáticos del género. Ríete tú de Drácula. O de Bill Compton.

Y una se pregunta: ¿Quién era Magnus? ¿Y qué promesas tenía que cumplir? Anne Rice nos deja con un palmo de narices, obligándonos a hacer un ejercicio de imaginación. Qué habrá pasado el vampiro para decidir buscar un heredero y poder así tirarse al fuego. ¿Y qué necesidad tenía realmente de convertir a alguien en vampiro? ¿Por qué no se tiró a la hoguera, sin más, sin truncar la vida de alguien mortal?

Y aún así, nos deja uno de los grandes momentos del libro (claro que hay otros doblemente sublimes... que jamás se me olvidarán, por muchos años que pasen), en los que Magnus muestra un atisbo de su magnificencia. Y luego, sin más, auténtico egoista, se tira al fuego. Y nos deja a Lestat enteramente a nosotros. Gracias, Magnus.

"- Estás muriendo, Matalobos - oí decir a Magnus-. La luz de tus ojos azules se está apagando como si todos los días de verano hubieran terminado...
- No, por favor...
La sed resultaba insoportable. Yo tenía la boca abierta y la espalda arqueada. Y allí estaba por fin el horror último, la propia muerte, en aquella forma.
- Pide, hijo - sugirió él. Su rostro había dejado de ser una máscara sonriente, totalmente transfigurado en una expresión compasiva. En aquel momento parecía casi humano; su vejez resultaba casi natural -. Pide y recibirás. [...]
- Ayúdame, por favor.
- Yo te daré el agua de todas las aguas - me susurró al oído, y me pareció que su piel no era del todo blanca.[...] - El vino de todos los vinos - susurró-. Éste es mi Cuerpo, ésta es mi Sangre.
Y, con esto, sus brazos me rodearon. Me atrajo hacía sí y noté que emanaba de él un gran calor. Parecía estar lleno, no de sangre, sino de amor a mí.
- Pídelo, Matalobos, y vivirás eternamente - murmuró.
[...]
- ¡Ah, helo ahí! - dijo la voz espectral con sus lentas palabras, con sus interminables susurros -. Mi heredero, escogido para tomar de mí el Don Oscuro con más energía y valor que diez mortales. ¡Qué gran Hijo de las Tinieblas vas a ser!"

24/4/10

El Evangelio del Mal

"... Al principio, el Abismo eterno, el Dios de los dioses, la sima de donde habían surgido todas las cosas, creó seis mil veces un millón de universos para hacer que la nada retrocediera. Luego, a esos seis mil veces un millón de universos los dotó de sistemas, de soles y de planetas, de todo y de nada, de lleno y de vacío, de luz y de tinieblas. A continuación les insufló el equilibrio supremo, según el cual una cosa solo puede existir si su no cosa coexiste con ella.

Así pues, todas las cosas salieron de la nada del Abismo eterno. Y al articularse cada cosa con su no cosa, los seis mil millones de universos entraron en armonía.

Pero, para que esas innumerables cosas engendraran a su vez las multitudes de cosas que iban a dar la vida, necesitaban un vector de equilibrio absoluto, el contrario de los contrarios, la matriz de todas las cosas y de todas las no cosas, el Bien y el Mal.

El Abismo eterno creó entonces la ultracosa, el Bien supremo, y la ultra no cosa, el Mal absoluto. A la ultracosa le dio el nombre de Dios. A la ultra no cosa le dio el nombre de Satán. Y a esos espíritus de los grandes contrarios los dotó de la voluntad de combatirse eternamente para mantener los seis mil millones de universos en equilibrio.

Luego, cuando todas las cosas se articularon por fin sin que el desequilibrio viniera nunca más a romper el equilibrio que lo sostenía, el Abismo eterno vio que eso era bueno y se cerró de nuevo. Mil siglos transcurrieron entonces en el silencio de los universos que crecían.

Llegó por desgracia un día en que, habiéndose quedado solos rigiendo esos seis mil veces un millón de universos, Dios y Satán llegaron a un grado tan elevado de conocimiento y de aburrimiento que, a despecho de lo que el Abismo eterno les había prohibido, el primero se puso a crear un universo más en su propio nombre. Un universo imperfecto que el segundo se afanó en destruir por todos los medios, para que ese universo que hacía el número seis mil veces un millón más uno no llegara a destruir el orden de todos los demás debido a la ausencia de su contrario.

Entonces, al desarrollarse la lucha entre Dios y Satán solo en el interior de ese universo que el Abismo eterno no había previsto, el equilibrio de los demás universos empezó a romperse.

[...]

El primer día, cuando Dios creó el Cielo y la Tierra, así como el sol para iluminar su universo, Satán creó el vacío entre la Tierra y las estrellas y sumió al mundo en las tinieblas. El segundo día, cuando Dios creó los mares y los ríos, Satán les dio el poder de alzarse para engullir la creación de Dios.

El tercer día, cuando Dios creó los árboles y los bosques, Satán creó el viento para abatirlos, y cuando Dios creó las plantas que curan y que calman, Satán creó otras, venenosas y provistas de pinchos.

El cuarto día, Dios creó el pájaro y Satán creó la serpiente. Después, Dios creó la abeja y Satán la avispa. Y por cada especie que Dios creó, Satán creó un predador para aniquilar esa especie. Después, cuando Dios repartió a sus animales por la superficie del Cielo y de la Tierra para que se multiplicaran, Satán dotó de garras y de dientes a sus criaturas y les ordenó matar a los animales de Dios.

El sexto día, cuando Dios decidió que su universo estaba preparado para engendrar la vida, creó dos espíritus a imagen y semejanza del suyo a los que llamó hombre y mujer.

En respuesta a este crimen de los crímenes contra el orden del universo, Satán lanzó un maleficio contra esas almas inmortales. Después sembró la duda y la desesperación en su corazón, y robando a Dios el destino de su creación, condenó a muerte a la humanidad que iba a nacer de su unión.

Entonces, comprendiendo que la lucha contra su contrario era vana, el séptimo día Dios entregó los hombres a los animales de la Tierra para que los animales los devoraran. Luego, tras haber encerrado a Satán en las profundidades de ese universo caótico que el Abismo eterno no había previsto, dio la espalda a su creación y Satán se quedó solo para atormentar a los hombres."

Patrick Graham

16/4/10

La Mecánica del Corazón

"[...] Anna y Luna tienen aspecto de niñas viejas. Imagino que, al fin y al cabo, eso es lo que son, un par de niñas de treinta años disfrazadas con ajustados trajes de piel falsa de leopardo. Desprenden un inconfundible aroma a hierbas provenzales, un perfume de cigarro natural que las acompaña incluso cuando no fuman. Esos cigarrillos les proporcionan una aureola brumosa y da la sensación que les cosquilleen el cerebro, pues siempre les provocan risas. Su juego favorito consiste en enseñarme palabras nuevas. Jamás me revelan su significado, pero ponen todo su empeño en que las pronuncie perfectamente. Entre todas las palabras maravillosas que me enseñan, mi preferida siempre será cunnilingus. Me lo imagino como un héroe de la Roma antigua, Cunnilingus. Hay que repetirlo varias veces, Cu-ni-lin-guss, Cunnilingus, Cunnilingus. ¡Qué maravillosa palabra!

Anna y Luna no se presentan nunca con las manos vacías, siempre traen un ramo de flores robado en el cementerio o la levita de algún cliente muerto durante el coito. Para mi cumpleaños me regalaron un hámster. Le puse Cunnilingus."

Mathias Malzieu

26/3/10

La Mecánica del Corazón

"[...]- Has vuelto a ver a la pequeña cantante, ¿verdad? La última vez que viniste con el corazón en un estado tan penoso fue cuando la oíste cantar.
Madeleine me habla como si hubiera vuelto con los zapatos de domingo destrozados de tanto jugar a fútbol.
Mientras se dispone a enderezar mi aguja con la ayuda de una ganzúa, comienzo a contarle la pelea. Con tan solo recordar el episodio, mi corazón renueva sus latidos.
- ¡Has hecho una tontería!
- ¿Acaso puedo remontar el curso del tiempo cambiando el sentido del movimiento de mis agujas?
- No, forzarás los engranajes y te dolerá horrores. Pero no tendrá ningún efecto. No podemos volver jamás sobre nuestros actos pasados, ni siquiera con un reloj en el corazón."

Mathias Malzieu


19/3/10

Frankenstein

"... Y por un instante, me atreví a sacudirme las cadenas y a mirar a mi alrededor con espíritu sereno y libre; pero el hierro me había mordido en la carne, y nuevamente me sumergí, temblando y desesperanzado, en el abismo miserable de mi propio yo."

Mary W. Shelley

6/3/10

La mecánica del corazón

"Primero, no toques las agujas de tu corazón. Segundo, domina tu cólera. Tercero y más importante, no te enamores jamás de los jamases. Si no cumples estas normas, la gran aguja del reloj de tu corazón traspasará tu piel, tus huesos se fracturarán y la mecánica del corazón se estropeará de nuevo."

Mathias Malzieu

16/2/10

El Hombre Duplicado

"[...]Para el relator, o narrador, en la más que probable hipótesis de preferir una figura beneficiada con el sello de la aprobación académica, lo más fácil, una vez que se ha llegado a este punto, sería escribir que el recorrido del profesor de Historia a través de la ciudad, y hasta entrar en casa, no tuvo historia. Como una máquina manipuladora del tiempo, sobre todo en el caso de que el escrúpulo profesional no se haya permitido la invención de una algazara callejera o de un accidente de tráfico con la única finalidad de llenar los vacíos de la intriga, esas tres palabras, No Tuvo Historia, se emplean cuando hay urgencia de pasar al episodio siguiente o cuando, por ejemplo, no se sabe muy bien qué hacer con los pensamientos que el personaje está teniendo por su propia cuenta, y más si no tienen relación con las circunstancias vivenciales en cuyo cuadro supuestamente se determina y actúa. Ahora bien, en esta situación, precisamente, se encontraba el profesor y novel amador de vídeos Tertuliano Máximo Afonso mientras iba conduciendo su coche. Es verdad que pensaba, y mucho, y con intensidad, pero sus pensamientos eran hasta tal extremo ajenos a lo que en las últimas veinticuatro horas había estado viviendo, que si decidiésemos tomarlos en consideración y los trasladáramos a este relato, la historia que nos habíamos propuesto contar tendría que ser inevitablemente sustituida por otra. Es cierto que podría valer la pena, mejor dicho, dado que conocemos todo sobre los pensamientos de Tertuliano Máximo Afonso, sabemos que valdría la pena, pero eso representaría aceptar como baldíos y nulos los duros esfuerzos hasta ahora acometidos, estas casi sesenta compactas y trabajosas páginas ya vencidas, y volver al principio, a la irónica e insolente primera hoja, desaprovechando todo un honesto trabajo realizado para asumir los riesgos de una aventura, no sólo nueva y diferente, sino también altamente peligrosa, que, no tengamos dudas, a tanto los pensamientos de Tertuliano Máximo Afonso nos arrastrarían. Quedémonos por tanto con este pájaro en la mano en vez de con la decepción de ver volar a dos. Aparte de eso, no queda tiempo para más. Tertuliano Máximo Afonso ha estacionado el coche[...]."

O por qué José Saramago es Premio Nobel de Literatura.

15/2/10

7. Matt Saracen, Spider y Life

Haciendo una limpieza relativa en mi fuente seriéfila, me he dado cuenta de unas cuantas cosas:

1. Nunca he hablado de Mad Men en el blog. Qué falta la mía. Quizás no lo he hecho porque, a pesar de ser una gran serie (genial ambientada, interpretada y con muy buen guión), no me siento realmente identificada con ella. Como dije a Teresa, es el tipo de serie que le gusta a ella. Pero que le gusta de verdad. Disfruta de esa época. De esas copas en el trabajo, con los cigarros... Y las formas de Humphrey Bogart que pululan por doquier. A mi me gusta la serie. No lo voy a negar. También me gustó Los Soprano, pero siempre dije que nunca fue una serie realmente mía. No voy a dejar de verla. No después de ese final de segunda temporada con el que me deleitaron hace algún tiempo. No después de demostrar que es uno de los mejores dramas que hay en televisión en la actualidad. Pero ya sabéis... desde un sitio un tanto más neutral y quizás, más distanciado.

2. Echo mucho de menos Life. Echo de menos las manzanas de Crews. Sus cintas sobre zen. El coche agujereado que conducía. Sus batallas verbales con Reese. Echo de menos al novio de Reese. Incluso echo de menos a Olivia (aunque el mismo cuerpo pero no la misma mente se pasea por Mad Men). No sé por qué pensé que Lie To Me ejercería sobre mí como una especie de antídoto ante el dolor por la ausencia de Reese y Crews. Ya sé que son dos series que no tienen nada que ver. Pero pensé que podría servir como alternativa. Me quise agarrar a la estúpida idea de que Lightman y Foster podrían ser un buen método de distracción. No quiero quitar méritos al amigo Tim Roth (jamás osaría), pero desde luego Life era una serie bastante superior, más dinámica y mejor formada que la del detector humano de mentiras. Maldigo a la NBC por cancelarla. Y me alegro de que Heroes siga siendo la misma mierda que en realidad fue siempre (cuán ciegos estuvimos todos durante la primera temporada) y que estén a puntito a puntito de cancelarla.

3. Hablando de dejar de ver series (episodio 6 de la 3ra en Héroes. Episodio 8 de la 4ta en Prison Break), me he propuesto acabar con la tontería de: a) Private Practice. La verdad es que Addison Montgomery es un personaje de los pies a la cabeza (y Kate Walsh es endiabladamente guapa... creo que si fuese lesbiana estaría totalmente enamorada de ella), pero el resto de personajes ya me resultan insulsos (desde que se fue el casado [que pasea su cuerpo entre jóvenes con las que pasar la noche y curarse del divorcio en Cougar Town, la nueva serie de Courteney Cox, que sí, también estoy viendo] y crearan esa situación odiosa para Violet, nada es lo que era... bueno, en realidad, nunca fue nada)... Como mucho veré hasta el crossover que se marcaron con Anatomía de Grey (ah, vuelves a estar en la estela de lo que un día fuiste!) en el que Sloan se vuelve a meter entre las sábanas de Montgomery, y luego... dejaré de perder mi tiempo. B) Gossip Girl. Lo siento por Chuck Bass (!!) y Blair Waildorf, pero no quiero tener que aguantar 30 minutos del resto de personajes estúpidos que pululan por la serie (empezando por la insufrible Serena) para sólo ver 8 minutos de interacción entre los verdaderos reyes de la serie. Sé que no tiene sentido pedir un spin-off para estos dos, porque entonces perderían todo su encanto, pero no aguanto más. Y la curiosidad, en este caso, no me puede más. Me alegro de haber sido testigo del cambio del amigo Chuck, pero el odio que profeso a Serena Van Der Woodsen es infinitamente y desproporcionalmente mayor a todo lo demás. Y no. No voy a dejar de ver The Vampire Diaries. Al menos no de momento. ¿Por qué? Porque quiero que me sorprendan. Stefan cada día me gusta más. Elena tiene dos dedos de frente (parece mentira). Y tengo fe de que en algún momento aparezca un vampiro realmente cautivador.

4. Cuando Canal+, en su momento, emitió Frasier, siempre quise verla. Pero no tenía la ocasión. Llevo detrás de ella bastante tiempo, y por fin estoy empezando a conseguirla. Siempre me llamó la atención la serie sobre el psiquiatra con un programa de radio. Y cada vez que podía ver algún que otro capítulo suelto, el padre y sus salidas me parecían lo mejor del episodio. Con el permiso de Niles, claro. Ahora, por fin, estoy a esto (!) de conseguir las once temporadas que tuvo la serie y disfrutar como una enana de un poco de humor sobre psiquiatras que entienden a todos menos a ellos mismos. Qué ganas le tenía a esta serie... Desde siempre. ¡Y ya está aquí!

5. Bones. O Brennan y Booth. O Booth y Brennan. Creo que no hay más motivo para justificar el que también, por fin, haya conseguido la serie. Y también, le tengo unas ganas... que ahora mismo me falta tiempo. Más que nada porque no quiero pasarme el día pegada a la pantalla... ¡Pero se me acumulan tantas cosas! Ay, por fin, y a pesar de saber las resoluciones de según qué tramas y, también, saber que sólo fue un sueño, quiero ver el por qué, el cómo y... estaré ahí para cuando el momento llegue.

6. La segunda temporada de Friday Night Lights ha sido más humana y menos deportiva. Algunos dicen que es la temporada más floja (los que han visto las 4). Probablemente, así sea. Pero quizás ha sido necesaria para comprender a según qué personajes y llevarles hasta dónde han llegado. Sí que es cierto que he echado de menos esos partidos frenéticos ganados en el último momento (como diría mi padre: ¿Pero quién se cree eso? Pues el fiel espectador carente de prejuicios, xD)... y a Matt con su "Blue 80!!! Blue 80!!! ... READY... HUT, HUT!!!!". Pero hemos visto cómo los Taylor superaban una crisis. Cómo Julie, todo sea dicho de paso, se ha convertido en una niñata insufrible que espero que cambie, porque no quiero que un pain-in-the-ass me moleste a lo largo de los capítulos. Cómo, finalmente, Riggins ha aceptado lo que siente y luchará por ello. Y desgraciadamente, el eslabón perdido de Matt Saracen no encuentra la recompensa por todos los sacrificios que hace día a día (en serio, ¿por qué maltratan tanto a este personaje?).

7. Anatomía de Grey o "el regreso de la sombra de Burke". Hasta que no ha ocurrido, nunca me he dado cuenta de que ansiaba el momento en que Christina Yang explotara y hablara sobre lo que pasó con Preston Burke. Gracias a Hunt y sus esfuerzos por quererla, hemos tenido, en los últimos capítulos, raciones dolorosas de aplastante sinceridad por parte de Yang. Siempre me ha gustado su personaje por su acidez y bordería, pero cuando está involucrada en relaciones sentimentales se hace grande. Y los guionistas nos deleitan con momentos como el penúltimo capítulo en el que Christina describe cómo le robaron pequeños trozos de ella hasta deshacerla. Yang Power.

8. Dexter, Californication, Damages, Desperate Housewives, In Treatment, Pushing Daisies, 30 Rock. Estos son los pesos pesados que tengo pendientes. Dos temporadas de Dexter. Dos temporadas de Californication. Una de Damages y media de Desperate Housewives. Todos los 44 capítulos de la segunda de In Treatment. Y lamentablemente, la última temporada de la cancelada Pushing Daisies. Dos temporadas enteras de 30 Rock. Los tengo ahí. Presentes. Planeando al fondo de mi cabeza. Reprochándome mi falta de atención. Reprochándome que, en vez de ponerme con ellas, me distraigo con otras nuevas. Friday Night Lights, Cougar Town, Entourage, Frasier, Bones, Skins, Carnivale, Modern Family, Los Tudor. No lo puedo evitar. Tengo una lista interminable de temporadas pendientes y una lista interminable de series que debería ver. Quiero abarcar tanto en tan poco espacio, que me voy dejando las cosas por el camino. Pero llegará el momento... lo juro, llegará el momento en el que sienta que estoy al día con todo y que, finalmente, puedo disfrutar de las dos grandes joyas de la 3ra y 4ta temporada de Dexter y todo lo demás que me falta. No los pierdo de vista. No señor.

9. Caprica. Preludio de Battlestar Galactica. Todavía no la he visto. No sé si quiero hacerlo, aunque la forma de MrMacguffin de hablar sobre un personaje me ha despertado la intriga. No es que no me llame la atención. Pero me siento un poco ajena a la serie. BSG supuso para mi toda una revelación, y considerada como una de las mejores series que he tenido la ocasión de ver, no quiero crearme expectativas en base a algo que la única relación que pueden tener es una línea histórica. Quiero decir... no habrá Starbuck. No estarán los Adama. Ni Cavil para hablar sobre su cuerpo humano que tanto aborrece. No habrá nada de todo lo que implicó a los personajes, a la historia, y a la nave. Tengo el capítulo. Es sólo que no me atrevo a verlo.

10. Lost. Sólo tengo que decir una cosa en referencia al 3er capítulo: WHAT!?!??!?! Vale, sí. Se podía deducir a lo largo del capítulo. Pero esa última imagen... Impactante. Impaciente por el próximo capítulo.

11. Spider, de Patrick McGrath. Un libro opresivo, oscuro, temeroso. El reflejo de un hombre atormentado por su pasado. Un hombre resguardándose en diferentes compartimentos de su cabeza, elaborando así una telaraña que desarrolla todo lo que nos cuenta. El olor a gas. El ático. Los cigarrillos que fuma. El desarrollo de una personalidad esquizoide torturada por las voces y las mentiras. Un relato muy bien escrito y muy descriptivo que nos acerca al mundo de la locura de alguien a quien le arrebataron lo que más quería y le hirieron donde más dolía. Los últimos capítulos son realmente desgarradores... Y las descripciones que hace el protagonista de su propio cuerpo y estado impactan por la sinceridad con la que siente la muerte de su cárcel física y la inminente liberación de su alma.

12. Los Tudor. Primera temporada ya vista. El amigo Rhys Meyers interpretando a un endiablado y egoista Enrique VIII, rey de Inglaterra y follador nato, al que le interesa, por encima de todo, tener un descendiente varón. Lo que se ve en la primera temporada son las idas y venidas de un rey que se preocupa más por sí mismo que por el pueblo sobre el que gobierna. Los que le rodean susurran y conspiran. Otros le ayudan a conseguir sus metas. Y por suerte, Sam Neil no ha pasado de la primera temporada (doy gracias por que odiaba a su personaje y odiaba su interpretación). Bien ambientada. Con buenos guiones. Y una espléndida Natalie Dormer en su papel de Ana Bolena... No hay que desmerecer el trabajo de Meyers que, por regla general, está bien, pero en algunos momentos resulta un poco exagerado (quizás el rey era realmente así de exagerado... quién sabe). Quedan todavía dos temporadas más con las que disfrutar de los engaños y la tiranía de un rey egocéntrico a más no poder. Eso sí, hay series que me gustan más (mucho más). Pero creo que esta es una serie que merece la pena y con la que se puede aprender un poco de historia (igual que en Roma, la cual, evidentemente, está muy por encima de Los Tudor... Eso sí, hay que tener en cuenta que son dos canales de televisión totalmente diferentes y que unos sueltan más dinero que otros).

13. En Noviembre, cuando estuve en Londres con mi señora madre, hubo un momento de relax en la habitación del hotel en el que vi un anuncio de una serie inglesa por la tele. Misfits. Era nueva. Todavía tenían que empezar a emitirla. Me quedé con el nombre, y seguí mi vida. En Enero me pude hacer con la primera temporada de la serie que me vi en dos tardes (no os escandalicéis, que sólo son 6 capítulos). Original. Con personajes adorablemente mezquinos pero con ese fondo bueno que todos sabemos que tienen. Y partiendo de la premisa que no todo el mundo quiere superpoderes y menos unos jóvenes que en realidad sienten que no tienen nada que hacer con ellos. De la misma cadena que emite Skins, serie que destaca por sus jóvenes personajes y su trama (y de la que también dispongo de la primera temporada [son 4 de momento] y que veré antes o después), Misfits tira por un lado un tanto más cómicamente gamberro, bebiendo mucho del protagonismo de Nathan, un chico que va de gracioso por la vida, pero con mucho carisma, y dejando al resto de personajes que interfieran en la trama para crear una historia redonda que te hace pensar sobre el qué harías tú si de repente tuvieras poderes. ¿Salvarías el mundo, como en la mierda de Héroes (y en vez de eso, la cagarías una y otra vez) o dejarías de lado esos aires de grandeza que siempre tienen los americanos (se me olvida, tanto Misfits como Skins son series inglesas) e intentarías seguir como si nada hubiera pasado, como pasa con estos jóvenes ingleses? Altamente recomendable. Los seis capítulos pasan en un suspiro... y en realidad, aparte de The Big Bang Theory, hacía mucho que no me reía tanto con una serie (sí, estoy diciendo que How I Met Your Mother está perdiendo brillo... salvando al siempre enorme Barney Stinson).

14. Y como no me gustan los números impares, aquí un bonus track: Castle o Nathan Fillion encontrando su sitio. En el movimiento seriéfilo de la blogosfera, Nathan Fillion siempre ha destacado por su encanto y carisma, y también, por ser un serial-killer. Serie en la que aparecía, serie que se cancelaba. Incluso cuando tuvo un pequeño papel en Desperate Housewives se hablaba de la posibilidad de que esa también terminaran cancelándola, y que sería demasiada coincidencia que fuera durante su aparición (claro que lo decían desde el cariño). Hoy goza de una más que merecida plaza en una de las series más amenas y divertidas de la televisión americana. No es un producto como Mad Men ni mucho menos. No. Es la serie que nos gusta ver a todos para pasar un buen rato y disfrutar de una de las mejores relaciones paterno-filial desde Gilmore Girls... Pasarlo bien con un protagonista lleno de carisma (y que sabe que lo tiene), simpatía y buen fondo (en serio, no atisbo nada oscuro en él) que, aunque no llegue a los niveles de Reese y Crews (aysh aysh... snif), forma un buen dúo con Beckett. Y por supuesto, esa tensión sexual no resuelta que, antes o después (nos harán esperar 5 o más temporadas, como en Bones?), por supuesto, se resolverá. Chapó por otorgarle una 2da temporada y esperemos que, con las audiencias que está teniendo, también goce de una 3ra.

Ya está. No más. Bye, bye!

30/1/10

33. Friday Night Lights, Roma y El Psicoanalista

Antes de escribir un pequeño resumen sobre cómo nos ha ido por Andorra, tengo que quitarme las ansias de escribir un post sobre lo que he visto y leído últimamente. Más que nada, por que las ganas me carcomen por dentro.

- Clear eyes. Full hearts. Can't loose: Sí, todavía quedan series que la blogosfera recomienda sin parar y que yo no tengo ninguna intención de hacerme con ellas (ahí siguen "Sexo en Nueva York" y "Veronica Mars", por ejemplo). Pero han sido dos series específicas a las que, con el tiempo, no he podido resistirme: 1) Battlestar Galactica, por insistencia (indirecta) del blog de MrMacGuffin. 2) Friday Night Lights, por... ¿casi todos los blogs que sigo? Siempre la han puesto por las nubes a pesar de ser una apuesta "tímida" de Peter Berg. Y siempre me ha llamado en silencio pero no he tenido tiempo ni espacio para hacerme con ella... hasta que vi la primera temporada por 11,95€ en el Fnac. Así que me dije: esta es mi oportunidad. ¡Y qué oportunidad, señores! Porque, a pesar de estar ante una serie, quizás, demasiado adolescente (y tampoco tanto), estamos ante un producto con vida propia. Sí, algo patriótica. Sí, también algo religiosa. Y a veces, algo peliculera. Pero qué coño. La historia de un pueblo que vive por y para el fútbol americano. El amor que profesan por ese deporte y las expectativas y sueños que ponen a su alrededor. Todos y cada uno de los integrantes del equipo de Dillon, los Panthers, tiene su propia vida y su propio corazón como jugador de fútbol, pero forman un equipo que, a pesar de sus diferencias (tanto de opinión como de raza), lo solucionan para seguir juntos hasta el final... el Estatal. Y a partir de ellos, todos los demás personajes que interaccionan con los Panthers crean un arco de protagonistas y secundarios ricos en emociones e ilusiones, que buscan su lugar en el campo y en la vida. Me lo he pasado pipa con la primera temporada y con cada uno de los partidos de fútbol americano que se han podido ver... He corrido con Smash para hacer touchdowns. He tirado el balón con Saracen para crear las jugadas necesarias. Y por supuesto, he defendido y he hecho placajes de la mano de Tim Riggins, número 33 de los Panthers, para mí, el personaje más interesante de la serie. The damage one. El que tiene tanto que dar que le sobresale y no es capaz de controlarlo. El que quiere saber quién es pero no sabe cómo hacerlo. El que es Tim Riggins. End of discussion. Pero no quiero quitar méritos al resto de principales que se pasean por la serie: El entrenador Taylor y su familia (y por consiguiente, Jules y su relación con Saracen... para mí, una de las más tiernas de la TV). Jason Street y el mero hecho de hacer frente a un cambio repentino de vida y el replanteamiento de cómo vivirla. Lyla Garrity y todo su mundo desmoronándose. Landry, el amigo entrañable de Saracen que seguramente demostrará una vez más que el que la sigue la consigue. Y Tyra, que probablemente, sea la excepción que confirma la regla en su familia. Porque cada uno de ellos tiene algo a lo que te puedes aferrar y con lo que emocionarte. Algo con lo que ansiar que prosperen, que maduren y que sean capaces de ver cuál es la opción correcta. Y si se equivocan, no importa, porque seguiremos a su lado para ayudarles a levantarse y seguir caminando. Chapó por Peter Berg. Por los guionistas. Por la estética. Y por supuesto, por los actores, porque hacen un trabajo genial. Go Panthers!!

- Roma: Si hay algo que define bien la serie de dos temporadas que explica cómo murió Julio César, y cómo Octavio consiguió ser César después de "humillar" a Marco Antonio, entre otras cosas, esos son Titus Pullo y Lucius Vorenus. Y fuera de ellos, toda una producción espectacular para recrear lo que fue Roma antes de Cristo y cómo se pasó del Senado al Emperador. No sé si es bueno o malo que la serie finalmente se quedara en esas dos temporadas, pero sí que puedo decir que ambas son unas temporadas redondas, con personajes fuertes y personajes débiles. Con una ambientación admirable, para quitarse el sombrero. Y una recreación de los tiempos en los que Roma era o empezaba a ser un gran imperio. La importancia que los romanos daban a los Dioses (hay varias escenas, sobre todo de Servilia, maldiciendo en nombre de los Dioses a cambio de sacrificios, que son magníficas). Y por supuesto, la espectacularidad y a la vez sencillez y humanidad de algunos personajes, entre los cuales destaca, por encima del resto, Titus Pullo. Cuando está solo, es todo un crack, pero cuando vuelve a las andadas con Lucius Vorenus, ambos forman un dúo imparable y entrañable. Pero también quiero destacar a Marco Antonio, que, a pesar de ser un cabroncete, siempre ha tenido ese algo que lo ha hecho irresistible (al menos a mis ojos) como hombre de armas tomar. También me gustaría destacar la sencilla pero hermosa cabecera de la serie y aclarar, de paso, que estos son los pequeños engranajes que han hecho funcionar a la serie, pero que hay mucho más en "Roma" que merece la pena ver. Y ya que entramos en las series históricas, la siguiente que caerá será "Los Tudor", así que preparaos para una próxima ración de la realeza inglesa de la mano de Jonathan Rhys Meyers como Enrique VIII.

- El Psicoanalista: O cómo destrozar una buena historia. La mayoría de las opiniones que he leído del libro lo dejan en muy buen lugar, así que daré por hecho de que no he leído el mismo libro, porque me ha parecido casi insufrible. El planteamiento es bueno. El problema es el protagonista. El problema es la forma de escribir de Katzenbach, que se repite y se repite y se vuelve a repetir. El problema es que el libro tarda unas 500 hojas en hacerse realmente interesante, para acabar en la 570. Y por supuesto, el problema es que los personajes realmente interesantes están prácticamente todo el libro escondidos. Poco después de empezarlo ya notaba que ese libro no me iba a entrar en ningún momento, porque no me gustaba la forma de escribir del escritor, no me gustaba el protagonista, y no me gustaba cómo enfocaban el punto de vista y cómo iba evolucionando Ricky Starks. Pero me había propuesto leerlo hasta el final, así que tuve que aguantar como un jabato las incompetencias de Ricky en la primera parte (desde el primer momento, le avisan de que todo puede ser un montaje y lo que ve puede ser mentira, pero él siempre cree en sus ojos a pies juntillas). En la segunda parte, la trama de Lively y Lazarus podría dar mucho más juego. No acaba de explotar el asunto. Y la tercera, a expensas de la sorpresa del amigo Rumpeltinsky, el encuentro entre ambos me supo a poco. ¿Lo que me gustó? El final. Cerrarlo y poder decir: "A pesar de la mierda de libro que es, me lo he acabado".

Así que aquí estoy. Pasando al siguiente libro. Descubriendo y empezando una nueva serie (con 4 temporadas a cuesta, eso sí). Y habiendo visto una buena serie histórica. Y todo lo que me queda por leer. Y todas las series que me quedan por ver. Hay todo un mundo ahí fuera que me está esperando.

¡Texas forever!

18/1/10

True Blood, The Vampire Diaries y Twilight

Lo voy a soltar sin miramientos: Ayer vi "Twilight", película basada en la obra de Stephenie Meyer. Y es más. Hoy he visto "New Moon". Sí. Yo. Que he echado pestes sobre la adolescencia de Edward Cullen y su cara brillante a la luz del sol. Yo. Que me negué a ver las películas y que no tenía (y sigo sin tenerla) intención de leerme los libros. Esa misma. Yo y sólo yo. Y todo tiene un por qué. Una canción tiene la culpa. Una canción que descubrí ayer viendo el último capítulo de Anatomía de Grey y que me encontré como fondo musical a cientos y cientos de fanvids EDWARD/BELLA y que pensaba que saldría en las películas. Así que "alquilé" las dos películas con las ansias de ver cómo utilizaban la canción, pero la pequeña obra maestra musical ha brillado por su ausencia.

Esa era la razón principal. La secundaria fue que, con tanto fanvid que vi, me picó la curiosidad sobre cómo empieza y se desarrolla la relación entre el eterno adolescente y la niña incomprendida.

Como mi propósito de este post no es el de hablar sobre las películas (o la historia en sí), sino de algo que me parece altamente llamativo dentro de la ficción de vampiros, dejaré mis impresiones sobre "Twilight" (y otras películas que he tenido el "placer" de ver) para un futuro próximo (es decir, el próximo post).

Así pues, al tema. Bien es sabido que, desde los años 2007-2008, estamos en una época en la que los vampiros (ya sean en forma de libros, series o películas) están hasta en la sopa. Atrás quedaron, pero, y como bien dice Damon Salvatore, los magníficos tiempos en los que Anne Rice marcaba la diferencia y nos presentaba vampiros curtidos, antiguos y realmente apasionantes. Ahora, si bien Bill y Eric se convirtieron en vampiros en edad ya más que adolescente (ñam, ñam), el resto de vampiros que ahora nos "rodean" no pasan de los 17 años. Al menos físicamente. Stefan le saca el doble de edad al amigo Edward, pero... ¿qué es eso al lado de los miles de años de Marius? ¿Qué sabrán ellos de la existencia del ser humano y de la inmortalidad del alma? ¿Quién es Edward Cullen al lado de Lestat el Vampiro?

Y de estos vampiros adolescentes (y del amigo Bill, pongámosle... con unos 40 años) siempre hay alguien que se enamore. Hasta ahí todo bien. Lo que me inquieta es lo siguiente: la peculiaridad de las personas que se enamoran de ellos. Quiero decir... Un humano está predispuesto a enamorarse de un vampiro. Porque son inmensamente bellos. Porque transmiten algo. Porque tienen un no sé qué que les hace irresistibles a los ojos del mortal. Y sí... Esa diferencia entre mortal e inmortal... Esas ansias de alcanzar lo imposible. Pero esa persona estará mucho más predispuesta si el vampiro quiere que se enamore de él, por el mero hecho de que el vampiro en cuestión... o está encaprichado o enamorado realmente. ¿Y qué ser humano puede encaprichar o enamorar a un vampiro? El que signifique lo incomprensible.

Bill se enamora de Sookie Stackhouse, una chica con poderes psíquicos a la que no puede leer la mente. Porque aparte de eso, reconozcámoslo... Sookie es insoportable y tremendamente estúpida. O al menos así nos la vende Anna Paquin. Bill se enamora en el momento en el que, acertadamente, le pregunta a Sookie aquello de: "What are you?"

Stefan Salvatore, de "The Vampire Diaries", se enamora de Elena, algo así como la copia física exacta de la mujer de la cual estuvo enamorado tiempo atrás y que le convirtió en vampiro... O sea, Madam Katherine.

Y el amigo Edward Cullen se enamora de la única persona "a la que no puede leer". La chica solitaria e incomprendida a la que no puede leer la mente (y no voy a seguir... solo quiero preguntar al fiel lector de la obra de Meyer, si en algún momento se explica por qué Bella es inmune a los poderes vampíricos).

¡Hasta el Drácula de Francis Ford Coppola se enamora de la reencarnación de su amada!

Así que... el resto de los mortales, normales como nosotros mismos, no tenemos ninguna oportunidad. Al menos no con los vampiros eternamente adolescentes. Quiero pensar que, a pesar de brujas y mujeres como Pandora y Maharet antes de convertirse, los vampiros de Anne Rice anhelaban la compañía de simples humanos (ahí está Armand con el reportero).

¿Si Edward no fuese vampiro, pero sí un antisocial que evita relacionarse con cualquier tipo de ser humano, Bella se hubiese enamorado de él? ¿Y si Edward vampiro hubiese podido leer la mente de Bella desde el día 1, la hubiese anhelado igual? ¿Si ante Sookie estuvieran un Bill mortal y un Eric vampiro, con cuál ansiaría experimentar una relación tormentosa? Y lo mismo que Edward, ¿si Bill vampiro hubiese podido leer la mente de Sookie desde el principio, se hubiera molestado en conquistarla?

Todo está condicionado. La única persona que es capaz de llegar a este tipo de vampiros son gente inusual. Y provocan que los vampiros los manipulen, aún sin quererlo, para que se fijen en ellos, para que piensen en ellos, se obsesiones con ellos y se crean enamorados (y al final lo estén). Y todo son imposibles. Bueno... Miento. En True Blood nada es imposible. Ahí todo vale.

¿Cuándo podríamos ver a algún "primo" de Edward Cullen, ya entradito en años cuando se convirtió, enamorarse de la típica "girl next door"? ¿Cuándo llegará el momento en el que el vampiro excepcional, atormentado y horrorosamente irresistible se enamore de alguien que trabaje sus 8 horas diarias, que no tenga ningún trauma de padres muertos o una alta falta de autoestima? Alguien normal. Yo creo que nunca. Porque quizás ahí no resida tanta magia. Pues no señores. El imposible sigue estando latente.

Me resulta curioso, en serio. Y también frustrante. Porque el día en el que descubramos que los vampiros sí que existen en realidad (y que no brillan a la luz del sol... porque sí, es original, pero bastante cursi), sabré que con ellos tampoco tengo nada que hacer [xDD].

16/1/10

Life In Technicolor II

Y aquí vuelvo con lo que había prometido: Más listas de la década. Las tres últimas. Aunque bien podría exprimirme un poco más el cerebro y hacer más ejercicios de memoria y ponerme a hacer otras listas de cualquier cosa, pero creo que con lo que viene ahora vamos ya todos servidos.

Los 10 Mejores Momentos/Eventos/Creaciones:
10. La aparición de Facebook. ¿A quién queremos engañar? Ha sido toda una revolución que ha dado lugar a las 1001 aplicaciones, a millones y millones de grupos de cualquier cosa (hoy por ejemplo me he encontrado el de: "para que el hombre del tiempo se ponga en Portugal y no tape las Baleares), a que encontremos al primo del colega de un compañero de trabajo, a que se etiquete a todo Dios y a que los despidos aumenten (¿a quién se le ocurre agregar al Jefe en el Facebook?). Desde luego, el mundo del facebook es ilimitado.
9. España ganando la Eurocopa. Yo no había dado ni un duro por el equipo español. Y estaba en un concierto de Alanis Morissette. Y ahora resulta que es uno de los mejores equipos del mundo. No quiero aventurarme a decir que no harán un carajo en el Mundial, pero tampoco quiero atreverme a decir que a lo mejor pasan de cuartos. Quí ho sá.
8. El Ipod. He tenido un creative. He visto cómo funcionan otros modelos. He visto lo malas que son según qué marcas a la hora de hacer Mp3s. Apple ha creado todo un movimiento que quizás esté llevando hasta el extremo (ahora, los nuevos ipod nanos llevan cámara integrada), pero desde luego que la marca sabe hacer las cosas bien (la única pega que les pondría a esta gente es el tema de las baterías), útiles y estéticamente bonitas. Por eso, larga vida al Ipod. Larga vida al Itunes. Y larga vida a Apple.
7. Mi flequillo. Lo creáis o no, me lo tomo como un punto de inflexión importante, al menos en lo que a mí se refiere (pero sí, también os lo podéis tomar a cachondeo... xDDD).
6. Trent Reznor y su concierto del 18.02.07. Mi hermano quizás se pregunte qué puñetas hace este semiDios de la música en el puesto número 6 y quizás se escandalice cuando llegue al puesto número 1, no sin antes plantearse si estoy bien de la cabeza por anteponer otras cuatro cosas antes que Reznor. No importa. Por aquí ya se ha hablado suficiente del respeto y la admiración que sienten los vástagos de esta familia por el creador de Nine Inch Nails. Y al post me remito para explicar el momentazo Trent Reznor 2007.
5. Javier Bardem recogiendo su merecidísimo Oscar por su papel de Anton Chigurh en "No Country For Old Men", en 2007. Por que sí. Por que es Bardem. Por que dice lo que tiene que decir y como lo tiene que decir. Y por que en la película de los Coen estuvo IM-PRE-SIO-NAN-TE.
4. Nadal ganando el Wimbledon del 2008. El torneo inglés sobre hierba se le estuvo resistiendo hasta el 2008, en el que finalmente, Nadal cogió al toro por los cuernos y decidió arrebatar el puesto Number One a Federer y conseguir así su primer Wimbledon. Momentazo cuando Federer erró el drive en el punto de partido para Nadal y éste se lanzó al suelo para celebrar su enorme y grandioso triunfo. Sí señor.
3. Vetusta Morla y la aparición de su 1er disco. Elegido como el mejor disco indie-rock de la década, yo quiero decir, desde mi humilde e ignorado blog, que estos madrileños han sabido llegar al público poco a poco, pero con paso firme. Que se lo han trabajado y se lo han ganado con creces. Y porque desde hace ya uno o dos años, se han labrado un público fiel que siempre va a estar esperando a su próximo disco.
2. La Armada Española ganando la Davis en el 2008 y el 2009. En el 2008 fue Verdasco el jugador clave. En el 2009 fue Ferrer. En el 2008 y en el 2009 ha sido un equipo unido, con grandes capitanes (Emilio Sánchez Vicario en el 2008 y Albert Costa en el 2009), con un buen y elegante tenis y con una afición que siempre ha estado ahí.
1. Lenny Kravitz en concierto en Badalona. Como esta lista es completamente subjetiva en según qué puntos, me tomo la más absoluta libertad de otorgar el puesto Number One al señor Kravitz por el momentazo que me hizo vivir hace dos años en un día de Julio del 2008, en el que, después de casi dos horas de concierto (y con la magnífica "It Ain't Over 'Til It's Over"), nos regaló un espectacular "Are You Gonna Go My Way?" que, cuando me acuerdo de ello, todavía se me ponen los pelos de punta. Grande, grande, grande.

Las 10 Mejores Series:
10. Anatomía de Grey. Si. Probablemente cueste creerlo, después de esas tercera y cuarta temporadas fatídicas en las que no se levantaba cabeza y cada decisión de los guionistas era la errónea. Pero a pesar de ello, lo que nos brindó las primeras temporadas (magnífica segunda temporada) y lo que nos han dado, poco a poco, la quinta y la actual sexta temporada me hacen mantener la fe en esta serie. Probablemente, el nivel de la 2da temporada jamás lo volveremos a ver. Porque aquellos capítulos hirientes, extasiantes y cardiacos jamás regresarán. Pero quiero pensar que lo que hasta ahora han hecho bien en la sexta temporada lo seguirán haciendo. Y que Christina Yang jamás nos fallará. Y también gracias por traernos a Owen Hunt.
9. The Big Bang Theory. Llevan sólo 3 temporadas pero ya se han hecho con gran parte del público normal y con la mayoría de los frikies del mundo. Las peripecias de estos cuatro cerebritos apasionados de los videojuegos, de las grandes series de ciencia ficción, de los cómics y de la comida a domicilio son uno de los puntos fuertes de la serie. Pero creo que casi la atención absoluta se la lleva el gran Sheldon Cooper, personaje único donde los haya, un ser superior antisocial con poca fe en el ser humano, que forma una pareja extraordinaria con Penny. La serie siempre gana puntos a favor cada vez que une en la misma trama a Sheldon y a Penny. Pero no hay que olvidarse del gran Raj y su oportunismo. De lo insufrible pero adorable que es Wolowitz (ese "Bernadette" pasará a los anales de la historia como uno de los mejores momentos de la serie). Y quizás un sosainas Leonard, porque es la versión, a lo mejor, más normal, de esos cuatro frikies, pero que otorga la pequeña nota de realidad al grupo y que, de vez en cuando, tiene sus grandes salidas (la relación con su madre es genial). Por ello, y porque cada temporada ha superado a la anterior, porque sabe combinar bien todo el mundo físico-químico-etc con lo frikie o con la propia realidad y se integra bien, porque tienen chistes y momentos únicos (Sheldon llamando a las puertas, p.ej)... Por ello y por mucho más, aquí está. Marcando estilo.
8. Friends. ¿Qué puedo decir, que no se haya dicho ya, de la mejor sitcom de todos los tiempos? Sus inicios fueron anteriores a esta década, y fue en el 2004 cuando pusieron punto y final a las historias de estos 6 amigos de Nueva York. Una serie que aguanta bien el paso del tiempo y que siempre se puede volver a ver. Porque siempre habrá capítulos irrepetibles. Estrellas invitadas inolvidables (ese Alec Baldwin increíble). Momentos desternillantes (Chandler y Ross probablemente se lleven la palma) y frases que jamás se olvidarán... Por que... en verdad, se estaban tomando un descanso.
7. Dexter. A espensas de que no haya visto todavía la 3ra y la 4ta temporada, sé, a ciencia cierta, que Dexter se ha convertido en toda una serie de referencia y que está alzando su caché. Interpretaciones buenas. Guiones sólidos. Y siempre con un cuidado estético limpio y admirable. Para mí, las dos primeras temporadas hablan por sí solas. Y por lo que he leído por ahí, la 3ra y 4ta temporada están a la altura y quizás, hasta superen a sus predecesoras. Lo que está claro es que esta serie es única, con un personaje único.
6. Los Soprano. Está aquí por su historia. Su guión. Su buena dirección. Y todos sus personajes. Desde el más odiado hasta el amado (que fue uno y duró poco). Porque es así cómo se hacen las cosas. Porque es así cómo se cuenta una historia. Porque es así cómo se cierra una serie.
5. Queer As Folk. Si, ¿qué pasa? Esta serie es una de mis protegidas. Desde el capítulo 1 hasta el último de la quinta temporada. Siempre me ha gustado. No ha habido ninguna temporada a la que hiciera ascos. Nunca me he enrabietado con alguna que otra decisión de los personajes. No ha habido ni un solo personaje que encontrase odioso (ni siquiera el Violinista). Para mí, siempre ha sido constante. Siempre ha sido fiel. Y siempre... siempre ha estado ahí Brian Kinney para encandilarnos a todos. A ellos. Y a nosotros. Y a pesar de tener ese final... creo que, para esta serie, para la historia de Justin y Brian, no habría otra forma de terminar las cosas. Muy triste. Pero no podía ser de otra manera.
4. House M.D. Otra de mis predilectas. Por mucho que la gente diga que esta serie ya cansa, yo sigo esperando la vuelta de House después de los largos parones con muchas ganas. El trabajo de Hugh Laurie es remarcable (por eso se sigue llevando los premios que se lleva). Porque esta serie es exlusivamente sobre un personaje. Y ahora que lo vemos cambiar, poco a poco, una razón de más para dejarla en este puesto. Ese regreso de la sexta temporada fue para quitarse el sombrero, y solo espero que mantengan el ritmo y todavía nos enseñen cómo House está cambiando (entrañable esa escena de la fiesta de los '80 en la que House se confiesa a Cuddy... !!).
3. Six Feet Under. El final de esta serie lo explica todo. ¿Para qué darle más vueltas? Única en su forma de ver la vida y la muerte. Alan Ball nos regaló esta pequeña gran joya antes de embarcarse en True Blood (serie que pocos se atreverían a etiquetar). Alan Ball nos regaló a David. Nos regaló a Nathaniel Fisher. Nos regaló a Ruth. Nos regaló a un Nate atormentado que luchaba por salir a la superficie. Nos regaló una historia de una familia como pocas. Y desde luego, nos regaló los 6 mejores minutos de la historia de la televisión para cerrar la serie.
2. Battlestar Galactica. ¿Qué voy a decir? Esta serie me parece sublime. Y a pesar de tener algún que otro personaje odiado (hay momentos a lo largo de la serie en los que no soporto a Laura Roslin y las decisiones de Adama Padre), se lleva la palma en cuanto a personajes y sus historias. Apollo es un crack (todo lo que nos deja ver, y todo lo que esconde). Gaius Baltar es único en su especie (en serio, lo de este tío no era normal). Tigh es grande como él solo (quizás no sería quien es si no fuese por Adama, hay que reconocerlo). Un largo etcétera de pequeños grandes personajes... Y cómo no, Starbuck. Fuera de los personajes, la propia historia. El ser humano y su supervivencia. La guerra. Las decisiones que se toman bajo amenaza. Las decisiones que se toman sin presión. La moralidad y hacer aquello que creemos correcto. Y el dolor de la pierna de Gaeta. Desde el día 1, hasta que finalmente se asientan en la Tierra. Todos los momentos... Absolutamente todos. Sin duda, gran serie. Grandísima serie.
1. Lost. Y así es como tenía que ser. A la espera de la 6ta temporada, con la que diremos adiós al movimiento único que ha creado J.J Abrams, sólo puedo decir que esta serie es y será siempre (o hasta que llegue otra y la desbanque) la Number One. Porque no hay otra igual. Porque nunca me he podido esperar a los subtítulos (eso dice mucho). Porque me gustan todos y cada uno de los personajes. Porque siempre he sido fiel (detractores de la segunda temporada, arderéis en el infierno). Y porque, digan lo que digan todos, Jack Sheppard es un crack. "Come on, you son of a bitch!!!". ¿Qué haremos, pues, cuando termine la 6ta temporada? Quedarnos con la boca abierta, sí. ¿Pero luego?

Las 3 Mejores Miniseries:
3. La Habitación Perdida. Me la compré porque había leído alguna que otra crítica sobre ella que la dejaba en buen lugar y porque me salía bien de precio. Me la puse una mañana y me vi los seis capítulos de un tirón. Porque la historia atrapa. Porque el misterio te agarra y no te suelta hasta que lo comprendas todo. Y qué coño, porque es original como ella sola.
2. Generation Kill. We are Oscar Mike. Si os digo la verdad, vi la miniserie por el amigo Alexander (Eric, en True Blood). Pero descubrí la ineptitud de los altos cargos de los Marines de los EEUU. Descubrí cómo pisan a esta gente. Cómo los echan a una guerra sin tener los medios necesarios. Descubrí una miniserie sobre la guerra de Irak que, evidentemente, no está a la altura de la magnífica "Band Of Brothers", pero que sin duda alguna es un producto bien hecho y a tener en cuenta.
1. Kings. En realidad no es una miniserie. Es una serie de una temporada que no quisieron renovar porque parece ser que el contenido, la historia, era demasiado para los cerebros planos de la audiencia norteamericana del canal en concreto. Gracias, al menos, porque nos dieron la temporada completa (eso sí, con un final abierto). Gracias, al menos, por haberse atrevido a hacer un producto con semejante carga religiosa y moral, y por habernos dado unos personajes fuertes y arrogantes como hacía tiempo que no veía en la televisión. Gracias. Y qué pena que no haya más temporadas. Por lo que pudo haber sido y no será.

Los 10 Mejores Personajes:
10. Eric Northman, de True Blood. Interpretado por Alexander Skarsgard. Poco más hay que decir. Sólo hay que ver su porte. En realidad, hay gente en el mundo que debería nacer directamente vampiro.
9. Barney Stinson, de How I Met Your Mother. Interpretado por Neil Patrick Harris. Barney, único en su especie. Todavía no me explico cómo al amigo Neil no le han dado ni un Globo de Oro ni un Emmy. No me lo explico.
8. Furio Giunta, de Los Soprano. Interpretado por Federico Castelluccio. Como he dicho antes, único personaje amado de Los Soprano. Duro y cabronazo a las órdenes de su jefe, y romántico y dolido, a las órdenes de su corazón. Lástima que ni siquiera nos dejaron un beso.
7. Larry, de Closer. Interpretado por Clive Owen. Me encanta la mezcla de sinceridad, enamorado y lo bruto que es. ¿Por qué tenía que enamorarse de una estirada como la que interpreta Julia Roberts en la película? ¿Por qué?
6. Agente Aloysius Pendergast, de las novelas de Douglas Preston y Licoln Child. Otro ente único en su especie. Lo que no sepa él, no lo sabe nadie. Una mezcla perfecta entre diferentes detectives, espias o policías (Sherlok Holmes, James Bond y tantos otros famosos), proviniente de una familia bastante ... chunga, parece mentira que entre tanto degenerado y asesino, saliera él, agente del FBI que va allá donde le necesiten (o donde él quiere dejarse caer, claro). Pero no se entiende a Pendergast sin su hermano Diógenes, como he leído por ahí, su propio yo oscuro. Grande Pendergast. El día que se adapte alguna novela sobre él habrá que mirar con lupa a ver quién lo interpreta.
5. Anton Chigurh, de No Country For Old Men. Interpretado por Javier Bardem. Cabronazo como él solo. Bardem le supo dar ese toque de psicópata que no tiene nada que perder, y que, con solo mirar, da miedo. Increíble.
4. Mr Darcy, de Pride & Prejudice. Interpretado por Matthew MacFadyen. Pude ver la adaptación de la BBC de la obra de Jane Austen, en la que Colin Firth interpreta también a Mr Darcy. Pero sin duda alguna, me quedo con el de MacFadyen. Quizás las decisiones del director (qué escenas hacer, cómo decir las cosas, etc), influya mucho, pero encuentro increíblemente irresistible a este Mr Darcy, y desde luego que si existiera, para mí sería únicamente este. Inmejorable. MacFadyen hizo un trabajo genial.
3. Brian Kinney, de Queer As Folk. Interpretado por Gale Harold. Enamorada de él desde el primer capítulo. Lo que este personaje me provoca, no me lo provoca ningún otro. La interpretación de Gale me parece sublime. Quizás hay más de él de lo que creemos en realidad, pero creo yo que, para el avispado, los pequeños matices que se ven de Harold en la piel de Kinney dan a entender, desde el primer momento en que le ve, que está empollado perdido (xDD) de Justin. Y cada decisión que toma, sea por egoísmo o por pensar en los demás, es a raíz de ese amor. Y lo hace todavía más irresistible. Brian Kinney, jamás te olvidaré, xDDD. El día en que consiga el pack con las 5 temporadas seré la persona más feliz del mundo.
2. Kara "Starbuck" Thrace, de Battlestar Galactica. Interpretada por Katee Sackhoff. No quiero repetirme. Desde que es humana con problemas, hasta que vuelve de la Tierra y se duda de su origen. Desde la K hasta la E. K-A-R-A T-H-R-A-C-E. Siempre con un par de ovarios bien puestos. Siempre siguiendo su instinto. Sin miedo a la Muerte. Pegando donde más duele. Y amando a quien más se lo merece. Nunca te olvidaremos.
1. Lestat el Vampiro, de las Crónicas Vampíricas de Anne Rice. Personaje rico y único donde los haya, de la literatura sobre vampiros (porque, por mucho que se escriba sobre vampiros, jamás habrá uno igual a él). Todo lo que ha vivido. Todo lo que ha pasado. Todo lo que ha hecho. Todo lo que ha amado... Y esos ojos color violeta. Innigualable.

Mención de honor para: Terry Quinn por su John Locke de Lost, Michelle Forbes por su Helena Cain de Battlestar Galactica, Sandra Oh por su Christina Yang de Anatomía de Grey, Jim Parsons por su Sheldon Cooper de The Big Bang Theory, Joaquin Phoenix por su Lucius Hunt de The Village y a Jennifer Garner por su Sidney Bristow de Alias.

Y hasta aquí puedo leer. Agradezco al que se lo pase bien leyendo estos posts. Y creo que, después de esto, ya puedo volver a la normalidad... haciendo tiempo hasta los Óscar.

¡Peace!

5/1/10

Life In Technicolor I

2010. Y con él, ya una década cerrada. Tantas cosas que han pasado, tantas cosas que hemos visto, escuchado y leído. El mundo de la blogosfera está en uno de los momentos que más se disfruta pero también más difícil de elaborar, porque con tanto donde escoger y tantas cosas a tener en cuenta, se hace muy duro el elaborar las listas de las mejores cosas (ya sean películas, libros o tipos de magdalenas) del año. Pero como ya se sabe, muchos blogosferos tienen algo de masocas y se rebanan los sesos y hacen sus propios sacrificios para intentar ser lo más objetivos posibles dentro de unas listas totalmente subjetivas.

Como yo no soy menos, me lanzo a la piscina con varias listas de la década 2000-2010, que encierran desde el más insulso caramelo al más grandioso discurso de algún actor con un Óscar más que merecido en la mano (sí, estoy hablando de Javier Bardem). Así que ahí va, mis pequeños hobbits, un viaje al pasado (probablemente haya cosas que sean de años anteriores pero que yo he descubierto esta década)[aprovecho para aclarar que lamentablemente, no me tocaron los 15 millones de euros, por lo que la idea de comprarme una casa en Holanda y una en Mallorca y vivir la mitad del año en un sitio y la otra mitad en el otro se esfumaron al saber que lo único que me tocaban eran los 5 tristes euros que me tocaron].

Los 10 Mejores Libros:
10. "Rechicero", de Terry Prachett. El primer libro que lei del amigo Prachett. Mi padre me pidió una colección de fantasía del Círculo de Lectores que incluía dos libros de Prachett. Y me lo pasé teta leyendo la historia de Rincewind. Ese libro me abrió todo un mundo de magia irónica y alocada que todavía hoy me sigue aportando pequeñas joyas desternillantes como ha sido, p. ej, "El Color de la Magia".
9. "Los Asesinatos de Manhattan", de Douglas Preston y Lincoln Child. Se lo compró mi padre, pero me lo leí yo. Y fue el inicio de seguir al Agente Pendergast allá por donde fuera, tanto si se iba al Tibet como si tenía que reencontrarse con su hermano Diógenes. Los libros que escriben Preston y Child son muy amenos, livianos y entretenidos, que los consumo en menos de una semana. No tienen tanta carga literaria como puedan ser otros grandes libros, pero son puro entretenimiento para mi. Y algo ligero de vez en cuando no viene mal dentro de tanta carga literaria y/o emocional.
8. "Entrevista con el Vampiro"/"Lestat el Vampiro"/"La Reina de los Condenados". El primer libro que me leí de Anne Rice fue "Merrick". Y no volví a saber sobre sus vampiros hasta años después, cuando me decidí a leer "Entrevista con el Vampiro" poco después de volver a ver la adaptación cinematográfica que se hizo. Y ante mi se abrió todo un mundo espectacular, rico en emociones humanas, anhelos y tremendas historias que me atraparon y no me soltaron hasta que, desgraciadamente, Anne Rice decidió terminar con "Cántico de Sangre" su relación con los vampiros. Los tres vinieron seguidos, resolviendo todo el misterio que envolvían a los Antiguos en un final trepidante con Mekare arrancando el corazón de Akasha. Im-presionante. De nuevo, el abrir la tapa del primer libro me dio acceso a un mundo rico y alucinante, que pocos autores podrá igualar. Toda la mitología, los personajes y Lestat, que Anne Rice creó siempre acompañarán al lector que haya seguido toda las novelas de la escritora estadounidense.
7. "Asfixia", de Chuck Palahniuk. Impresionante y frenético libro de Palahniuk que me leí en un santiamén, porque absorbe y te agarra sin soltarte. Tremendamente sincero, sin tapujos y realista. La forma en la que Palahniuk escribe sus historias es completamente diferente a lo que estoy acostumbrada, por lo que se agradece, de vez en cuando, tener otra fuente literaria y otra forma de contar las cosas... De contar, una vez más, las desgracias y mentiras humanas, buscando un rayo de esperanza que, por norma general, en las novelas de Palahniuk no existe.
6. "Orgullo y Prejuicio", de Jane Austen. Primero vi la película, luego me leí el libro. Todavía no sabría decir si me gusta más el libro o la película (a pesar de que muchos me quemarían en la hoguera por lo que estoy diciendo). La película es una pequeña gran joya de arte que no me canso de ver una y otra vez. Todo está cuidado al detalle. Los actores, el vestuario. La espléndida música. Todo. Pero el libro de Jane Austen nos presentan unos personajes mucho más profundizados, y el lector puede meterse de lleno en la historia y palparse del miedo del Señor Darcy y la tozudez de Elizabeth Bennet. Quizás leer el libro después de haber visto la película ayuda mucho a poner en imágenes lo que se está leyendo y se tiene todavía una visión mucho más completa, pero también contaminada (porque estás viendo a los personajes con los ojos del director de la película). Aun así, creo que en este caso, es una adaptación muy bien realizada que hace justicia a un gran libro. Y no me importa haber leído el libro poniéndole la cara de MacFadyen al Señor Darcy.
5. "La Tregua", de Mario Benedetti. El significado del libro en el preciso momento en el que lo leí. Todo lo que nos cuenta Benedetti en el magnífico libro que nos deja leer. La facilidad que tiene el autor de recrearnos las más crueles y maravillosas emociones humanas. Y todo lo que hay detrás del nombre de Mario Benedetti. Lo que nos ha dejado. Lo que nos ha descubierto. Y siempre estará en nuestras memorias y en nuestras librerías.
4. "El Señor de los Anillos"/"El Silmarillion". Fue en el 2002 que empecé a familiarizarme con la obra de Tolkien. Primero fue "ESDLA", con el que me sentí emocionada por todas las pequeñas grandes historias que rodeaban a los protagonistas. Luego, "El Silmarillion", para mí, el más poético y más rico, pero también más complicado de leer, que nos explicaba el inicio de todo. De nuevo, un autor con una facilidad increíble para recrearnos un mundo paralelo, un mundo metafórico que no deja de contarnos la misma historia pero con una delicadeza y una riqueza en todos los aspectos que no dejan al lector indiferente. Y también hay que agradecer al señor Tolkien que a día de hoy algunas de las personas que conocí hará ya unos cuántos años gracias a él y su literatura, todavía siguen dibujando líneas y escribiendo frases en mi vida.
3. "La Mujer del Viajero en el Tiempo", de Audrey Niffenegger. Lo que experimenté con este libro es indescriptible. La historia que nos cuenta Audrey... me parece magnífica. La idea de que se pueda viajar en el tiempo, que las líneas temporales se unan y desunan con una facilidad asombrosa y aún así, no se pierda el amor... No sé cómo describirlo, pero el mero hecho de hablar sobre el libro me dan unas ganas irremediables de cogerlo y leérmelo otra vez. ES-PEC-TA-CU-LAR.
2. "Ensayo Sobre la Ceguera", de José Saramago. ¿Qué no he dicho todavía sobre este libro que no os haya contado ya? Me parece uno de los mejores libros que he leído en toda mi vida. José Saramago es un ente completamente excepcional a la hora de escribir y transmitir el miedo, la hipocresía y la ceguera de la condición humana. ¿Y sobre la adaptación cinematográfica de Meirelles? Creo que las lágrimas de Saramago al terminar de verla hablan por sí solas.
1. "Memnoch el Diablo". Es y será siempre mi libro preferido. Anne Rice y su visión del Cielo y el Infierno, de Dios y el Diablo, y de Lestat atravesando todo ese momento histórico me parece el mejor libro de la autora, y el libro que más me ha impactado, a pesar de ser una persona atea. Siempre he dicho que si fuera creyente, la idea que plantea Anne Rice en el libro sería la más aceptable para mí.

Las 20 Mejores Películas**:
20. "Closer". Del 2004. Nominación a la Mejor Actriz de Reparto Natalie Portman y al Mejor Actor de Reparto Clive Owen. Sólo dire cuatro palabras: Owen y Portman ESPECTACULARES. Bueno, diré unas cuántas más. Me encantó el guión. Me encantan todas y cada una de las escenas en las que aparece Larry. Me encantó que Portman demostrara toda su madurez como actriz. Lamentablemente, Jude Law no estuvo a la altura de otras propias interpretaciones anteriores (como la de "La Huella", "Gattaca" y "El Talento de Mr Ripley"). Y paso de hablar de Julia Roberts porque me parece una de las actrices más sobrevaloradas del momento (creo que el único papel que merece la pena de esta mujer es el que le valió el Óscar) y aquí, en esta película, simplemente está. Y por favor... "The Blower's Daughter", grandiosa canción de Damien Rice que, cada vez que la escucho, revivo la escena de Natalie Portman andando por la acera llena de gente, y su melena ondeando... como una pequeña gran Diosa Mortal.
19. "El Bosque". Del 2004. Nominación a la Mejor Banda Sonora. Sí, es probable que haya gente que se pregunte qué cojones me he fumado para poner esta película aquí, pero para mí es una de las mejores de la década. La sutileza de la historia que pasaba por debajo de la trama principal en esta película es claramente palpable, y todo significa algo más. Tenemos que ir un poco más allá y descubrir qué hay detrás de lo que nos están mostrando. Lamentablemente, el que hizo la distribución de la película se equivocó de manera garrafal, vendiéndola como una película de miedo, cuando en realidad es un drama tenso. Y no, no quiero decir nada de Joaquin Phoenix, porque todos sabéis ya lo que me gustó en esta película.
18. "Promesas del Este". Del 2007. Nominación al Mejor Actor Viggo Mortensen. Tan solo por el desnudo de Viggo Mortensen ya se merece estar en esta lista. Pero quiero embellecerlo un poco más y decir que David Cronenberg tiene un don para explicar historias violentas y salirse con la suya, a pesar de que la Academia todavía no le de el reconocimiento que claramente se merece. Después de "Una Historia de Violencia", Cronenberg y Mortensen se volvieron a juntar para acabar con la Mafia Rusa. Mortensen tenía más que merecida la nominación y casi la victoria, pero el amigo Daniel Day-Lewis es mucho... Day-Lewis. Quiero pensar, eso sí, que algún día, Viggo Mortensen volverá a tener otro papelón que finalmente le recompense con un más que merecido Óscar, ya no solo por el papel en cuestión que vaya a tener, sino por toda la carrera que se ha labrado como actor.
17. "Hard Candy". Del 2005. La amiga Ellen Page ya despuntó maneras antes de "Juno" en esta película sobre la pederastía. Desde luego, esta película es un juego continuo con el espectador, que no sabe hasta qué punto lo que pasa (o lo que se dice) en la película es verdad. Aparte de la pederastía, la opción de tomarse la justicia por la cuenta de uno mismo persigue a la trama de la película, y el público no sabe si posicionarse a favor de él o de ella. Creo que es una grandísima película la que David Slade fue capaz de llevar a cabo y que tanto Ellen Page como Patrick Wilson están entregados al 100%, recreando unas interpretaciones que impactan.
16. "El Club de la Lucha". Del 1999. Nominación a la Mejor Edición de Sonido. De nuevo el amigo Norton, acompañado por Brad Pitt y por la extravagante Helena Boham Carter en posiblemente uno de sus mejores y más controlados papeles (dentro de lo que cabe). Adaptación del libro de Chuck Palahniuk que todavía (todavía!) no he tenido ocasión de leer, probablemente, David Fincher haya hecho una adaptación mucho mejor que la que se hizo recientemente de la novela "Asfixia", porque el amigo Fincher sabe cómo hacer las cosas y cómo dirigir los hilos de las historias que quiere contar. Película que, siguiendo la línea de sus anteriores películas como "Seven" y "The Game", espera hasta el último final para contar la verdadera realidad que no nos han estado contando y la forma en que nos han engañado.
15. "American History X". Del 1999. Nominación al Mejor Actor Edward Norton. El amigo Norton, buen y exigente actor donde los haya, se marcó una interpretación histórica en esta película. Al menos en la primera parte de la película, en la que todavía no había cambiado su idiología nazi después de haber pasado por la cárcel. Desde luego, la película es todo un mazazo en la cara para los racistas, pero lamentablemente, el mensaje sólo llega a gente que no comparte esa ideología y que ve más allá de sus propias narices. ¿Quién no se acuerda de la imagen del personaje de Norton con esa esvástica nazi tatuada en el pecho y partiéndole, literalmente, la cara al negro que intentó robarle?
14. "Brokeback Mountain". Del 2005. Óscar al Mejor Director, Mejor Banda Sonora y Mejor Guión Adaptado. Nominación al Mejor Actor Heath Ledger (...), Mejor Fotografía, Mejor Película, Mejor Actor de Reparto Jake Gyllenhaal y Mejor Actriz de Reparto Michelle Williams. Ang Lee tuvo una delicadeza extrema a la hora de contarnos la historia de amor entre Ennis del Mar y Jack Twist en medio de maravillosos paisajes (la fotografía de esta película es espectacular). El miedo, las represalias, las contenciones y la pasión desbordada de la historia, llevadas entre detalle y detalle. Las escenas inolvidables entre Ennis y Jack (ese reencuentro después de tanto tiempo, y ese gesto de la cabeza de Ennis buscando la de Jack !!!). El final trágico acompañada de esa composición dolorosa... Una grandiosa historia de amor, sin duda alguna, a la que todavía hoy hay gente que se atreve a descalificar.
13. "El Pianista". Del 2002. Óscar al Mejor Actor Adrien Brody, Mejor Director y Mejor Guión Adaptado. Nominación a la Mejor Película, Mejor Fotografía, Mejor Montaje y Mejor Diseño de Vestuario. Lo que sacrificó Adrien Brody para poder interpretar a Wladyslaw Szpilman sólo lo sabrá él. Y lo que le sirvió para recrearse en el personaje y dejarnos con la boca abierta, sólo lo sabremos nosotros. Sólo quiero dejaros el recuerdo de una escena para explicar la magnificencia de la película que parió Roman Polanski: Szpilman tocando, sin tocar, el piano, imaginándose las notas, en silencio y solo, por miedo y desesperación, conteniendo, a medias, la imperiosa necesidad de tocar su instrumento.
12. "The Prestige". Del 2006. Nominación a la Mejor Dirección de Arte y a la Mejor Fotografía. De nuevo, Christopher Nolan. Hacía mucho tiempo que una película no me lo hacía pasar tan bien en el cine. Sí. Vi grandes películas. Emocionantes. Desgarradoras. Divertidas. Pero con "The Prestige" fue algo excepcional. Quizás estaba más receptiva. Quizás el mero hecho de que en la película aparecieran dos de mis actores predilectos (un asombroso Hugh Jackman y un increíble Christian Bale) y que fuera de uno de los directores a los que sigo fielmente provocaran que el conjunto de la película supusiera toda una revolución para mí. Quizás también fue porque intenté ir con el mínimo de expectativas y sin saber muy bien a ciencia cierta qué es lo que iba a ver (una película sobre magia). Pero para mí, "The Prestige" es una de mis películas favoritas y que nunca me cansaré de ver. De hecho, me acuerdo que, cuando trabajaba en el videoclub, la llegué a poner hasta 3 veces (en un periodo de cuatro meses).
11. "Wall-E". Del 2008. Óscar a la Mejor Película de Animación. Nominación a la Mejor Banda Sonora, Mejor Canción, Mejor Sonido, Mejor Edición de Sonido y Mejor Guión Original. La Pixar cuenta historias. Buenas y amables historias que aún a los adultos todavía nos enseñan el valor de la amistad, el amor y la verdad. El pequeño gran Wall-E sobrevivió, se enamoró y luchó por aquello que quería. Y de paso, devolvió a la fracasada humanidad a su lugar de origen. "Wall-E". Increíble película de la Pixar, que desde luego, marca un antes y un después en el mundo de la animación, porque a pesar de la anterior "Ratatouille" (también magistral) y la posterior "Up" (sobra decir que, de nuevo, es magistral), para mí "Wall-E" es LA PELÍCULA de la Pixar.
10. "American Beauty". Del 1999. Óscar al Mejor Actor Kevin Spacey, Mejor Director, Mejor Fotografía, Mejor Película y Mejor Guión Original. Nominación al Mejor Montaje, Mejor Actriz de Reparto Anette Bening y Mejor Banda Original. Kevin Spacey, Kevin Spacey y Kevin Spacey. ¿Qué más puedo decir? Excepcional historia sobre la vida y la muerte por un controlado y sutil Sam Mendes. Y Kevin Spacey, Kevin Spacey y Kevin Spacey.
9. "¡Olvídate De Mí!". Del 2004. Nominación a la Mejor Actriz de Reparto Kate Winslet. ¿Quién no se ha enamorado alguna vez y después de que todo fueran problemas, hubiese pagado lo que fuera para que le borraran de su mente todos aquellos recuerdos dolorosos? Esto es lo que nos cuenta Michel Gondry con un guión de Charlie Kaufman, con las caras de un comedido Jim Carrey y Kate Winslet. Película deliciosa y entrañable.
8. "Memento". Del 2000. Nominación al Mejor Montaje y al Mejor Guión Original. La aparición de esta película, de la mano del cada vez más aclamado Christopher Nolan, supuso un antes y un después en la forma de contar las historias. Todavía hoy existen teorías alrededor de la realidad de la historia que cuenta Leonard sobre Sammy. Todavía hoy "Memento" sigue siendo un gran referente en ese tipo de películas que gustan tanto al público y tan poco a la Academia. Y lo que no se puede negar es que la forma en la que contó Christopher Nolan la supuesta venganza de Leonard dejó clavado a todo espectador en la butaca del cine, intentando seguir el hilo y comprender qué estaba viendo. Esa película que después de salir los créditos finales y llegar a casa, todavía reside en cada esquina de nuestra mente. Fue el punto de partida para Nolan, al que ahora le sobran las propuestas, los actores y por supuesto, el dinero y que, por ahora, no ha perdido la grandeza que tiene como director y narrador de historias (ahí están "Insomnia", "The Prestige" y las grandiosas "Batman Begins" y "The Dark Knight"... y que pronto nos otorgará un nuevo orgasmo cinematográfico [según dicen] con "Inception").
7. "Mystic River". Del 2003. Óscar al Mejor Actor Sean Penn y Óscar al Mejor Actor de Reparto Tim Robbins. Clint Eastwood tiene una magistral mano a la hora de dirigir. Pruebas de ello son la película que nos ocupa, "Million Dollar Baby" y una grandísima "Gran Torino". En el 2003 nos ofreció todo un espectáculo de la miseria y el engaño humano, en las caras de Sean Penn, Tim Robbins y Kevin Bacon. Los papeles más trágicos, los dos que se llevaron el Óscar, corren a cargo de unos tremendísimos Sean Penn y Tim Robbins, que dieron toda una clase de interpretación sobre los miedos, traumas e inseguridades del propio ser humano, algo que llevamos en la sangre y de lo que no nos podemos deshacer.
6. "Requiem Por Un Sueño". Del 2000. Nominación de Óscar a la Mejor Actriz Ellen Burnstyn. Qué voy a decir de la película. Aronosfky se atrevió aquí a contar una historia sobre las drogas y la autodestrucción del ser humano con un punto de vista completamente diferente. Más radical, más vistosa, más errática, y con unos jovencísimos Jared Leto y Jennifer Conelly, que se valieron una entrada en el mundo del cine gracias a sus respectivos papeles. Hay gente a la que les encanta la película. Y otros que prefieren "Trainspotting".
5. "Pozos de Ambición". Del 2007. Óscar al Mejor Actor Daniel Day-Lewis. Nominación al Mejor Director, Mejor Película, Mejor Guión Adaptado, Mejor Montaje, etc. A pesar de que alguna gente se quede dormida en el sofá viendo semejante interpretación de Daniel Day-Lewis, al otro lado del Mediterráneo, en esta Isla, tengo quizás un poco sobrevalorada la película. Pero es que la recreación de Daniel Plainview es tan sublimemente buena que me parece un peliculón espectacular. Cada vez que se encuentra con Eli Sunday se respira una tensión en el ambiente que se podría cortar con un cuchillo. Tengo grabadas en mi mente la escena en la que Daniel amenaza a Eli y lo tira al charco. Cuando va a la Iglesia y grita aquello de "I've abandoned my child!!". Y ese final... Ese tremendo mazazo final. Madre mía, qué peliculón. Es una tensión continua que se libera con ese "I'm finished". Merecedísimo Oscar para Day-Lewis y una olvidada nominación a Paul Dano, al cual dejaron de lado sin razón alguna, porque la interpretación que hace es tan desgarradora como la del propio Lewis.
4. "Orgullo y Prejuicio". Del 2005. Nominación a la Mejor Actriz Keira Knightley. No quiero repetir lo que ya he escrito en el apartado del libro. Sólo tengo que decir que esta película es otra en la que la banda sonora adquiere un protagonismo también importante y especial y que siempre acompaña a la historia. Sobra decir que la película está plagada de escenas tensamente románticas y contenidas. ¡Todos y cada uno de los encuentros entre Elizabeth y Mr Darcy son un fogonazo de pasión contenida que a mi todavía me oprime el pecho! Y me encanta, me encanta, me encanta... el gesto de la mano de Mr Darcy cuando ayuda a subir a Liz al carro. Todo lo que se dice con esa imagen. ¡¡¡PUF!!!
3. "Mi Vida Sin Mí". Del 2003. Goya a la Mejor Canción Original y al Mejor Guión Adaptado. Nominación al Goya a la Mejor Actriz Sarah Polley, Mejor Director y Mejor Película. Lee y Ann bailando. Don calentándole los pies a Ann. Lee observando cómo duerme Ann. Don contando cómo conoció a Ann. Ann grabando las cintas para sus hijas y sus próximos cumpleaños en los que ya no estará. Lee pintando las paredes de su casa mientras Ann dice "Me encantó bailar contigo". Quizás Isabel Coixet no pueda volver a hacer algo tan desgarradoramente hermoso como esta película. Y quizás es mejor así.
2. "AzulOscuroCasiNegro". Del 2006. Goya al Mejor Actor Quim Gutiérrez, al Mejor Director Novel Daniel Sánchez Arévalo y al Mejor Actor de Reparto Antonio de la Torre. Nominación al Goya a la Mejor Actriz Marta Etura, Mejor Canción y Mejor Guión Original. Tenía el puesto 2 vacío. He ido poniendo todas las películas en algún que otro orden, teniendo muy claros los puestos 1, 3, 4 y 5. He seguido con las 14 restantes hasta quedarme en el vacío del 2. Hasta que he tenido un flashback de Quim Gutiérrez ante Marta Etura, en esa cama de la cárcel. Y me he dicho: "Esta es mi número 2". Me fascinó en su día la película, y lo sigue haciendo cada vez que la vuelvo a ver. Quim está adorable hasta el infinito, y la complicidad que hay con Etura, la pasión y el cariño que se despiertan el uno al otro es entrañable. Y sobra decir que me encanta el título de la película.
1. "The Fountain". Del 2007. Nominación al Globo de Oro por la Mejor Banda Sonora Original. Mucha gente opinará que esta película es la más insulsa y menos comprensible de Darren Aronofsky. Pero para mí es algo excepcional. Una fusión entre la historia y la música que va más allá de todo lo que he visto. Siempre he hablado de lo mucho que aporta la música a según qué escenas. En esta película, la partitura de Clint Mansell es un continuo acierto al acompañamiento de la imagen. La música llega a hablar por sí sola y nos cuenta todo lo que Tomas e Izzie no nos pueden decir. La historia me parece excepcional y sobra decir que Hugh Jackman y Rachel Weisz están increíbles en la película. También sobra decir que es ese tipo de películas que ves en el momento oportuno para que provoquen un mayor impacto sobre ti.

Las 10 Mejores Canciones:
10. Murder Me Rachel - The National. Los he descubierto en el 2009. De pura chiripa. Porque me pasaron un par de canciones. Y me enamoré enseguida de este tema.
9. Grey Room - Damien Rice. De todos los temas que ha compuesto Damien Rice, sin duda, me quedo con este. Me encanta la cadencia de la canción. Me encanta la letra. Y me encanta la voz de este hombre.
8. Shiver - Coldplay. El grupo de Chris Martin se dio a conocer mundialmente en el 2000 con Parachutes, un disco discreto, pero con mucho significado y sonidos que algunos calificaron como los sucesores de los U2. Yo, de todos los discos que Coldplay ha publicado hasta día de hoy, me quedo con el "Viva la Vida or Death And All His Friends", pero en cuanto a tema, sin duda "Shiver" se lleva el puesto en esta lista. Por que siempre me ha acompañado y siempre ha sido recurrente en mi memoria.
7. Another Lonely Day - Ben Harper. Maestro entre los maestros. Creador de canciones. Con una sensibilidad única. Con una forma de contar las cosas. De luchar por el mundo. Y por supuesto, de utilizar su voz y su guitarra. Esta canción es una pequeña representación de lo que Ben Harper es capaz de hacer con una magnífica letra y una magnífica voz. Y cómo no, pone los pelos de punta.
6. I Just Don't Think I'll Ever Get Over You - Colin Hay. Un día dije que me maravillaba la creatividad de alguna gente con una simple guitarra y una melodía desesperanzadora y triste. Me maravillaba lo que la música podía dar al mundo. Y jamás dejaré de pensarlo. Envidio a la gente que hace música de este tipo. Envidio a Colin Hay por la capacidad que tiene de hacer las canciones que hace. Pero por supuesto, es una envidia sana y agradezco la existencia de él y de personas como él que otorgan al mundo pequeñas maravillas como esta.
5. Closer - Nine Inch Nails. Trent Reznor es un genio de la música. Esta canción es una mínima parte de su extenso y gran trabajo lleno de calidad. Músico diferente, que siempre ha querido hacer las cosas a su manera y expresarse como mejor ha podido. Ha creado un mundo vasto de emociones escondidas que nos ha descubierto con su forma de crear y contar su propia historia. Y chapó por él y sus cojones.
4. Black-Eyed - Placebo. No sé por qué, pero me encanta este tema. El amigo Mojo sabe componer temas y desde luego, sabe interpretarlos.
3. Colorblind - Counting Crows. Conocí la canción de casualidad, y ahora es una de las que más me emocionan cuando escucho las primeras notas con las que empieza.
2. It Ain't Over 'Til It's Over - Lenny Kravitz. Me encanta. Pasen los años que pasen (ya sé que es anterior al 2000, pero yo a este hombre le empecé a escuchar por esos años aproximadamente), y se inventen las canciones que se inventen, aquí estará todavía el señor Lenny Kravitz para otorgarnos momentos de real lucidez en las que componga obras maestras como esta.
1. Black - Pearl Jam. Sublime, sublime, SUBLIME CANCIÓN. No digo más.

En el próximo volumen de "Life In Technicolor" será con: Los 10 mejores momentos de la década, las 10 mejores series y los 10 mejores personajes.

**Lo siento, pero no puedo reducir la lista de películas a tan solo 10 xD.