26/2/09

Fahrenheit 457

[...] Montag miró hacia el río. "Iremos por el río. -Miró la vieja vía ferroviaria-. O iremos por ella. O caminaremos por las autopistas y tendremos tiempo de asimilarlo todo. Y algún día, cuando lleve mucho tiempo sedimentado en nosotros, saldrá de nuestras manos y nuestras bocas. Y gran parte de ella estará equivocada, pero otra será correcta. Hoy empezaremos a andar y a ver mundo, y a observar cómo la gente anda por ahí y habla, el verdadero aspecto que tiene. Quiero verlo todo. Y aunque nada de ello sea yo cuando entren, al cabo de un tiempo, todo se reunirá en mi interior, y será yo. Fíjate en el mundo, Dios mío, Dios mío. Fíjate en ese mundo, fuera de mí, más allá de mi rostro, y el único medio de tocarlo verdaderamente es ponerlo allí donde por fin sea yo, donde estén la sangre, donde recorra mi cuerpo ciEn mil veces al día. Me apoderaré de ella de manera que nunca podrá escapar. Algún día, me aferraré con fuerza al mundo. Ahora, tengo un dedo apoyado en él. Es un principio." [...]

Ray Bradbury

22/2/09

Recomendaciones

Hace tiempo, una noche en el ircap, pedí algunas cuantas recomendaciones en cuanto a libros. Me acuerdo de dos, especialmente: "Niebla", por parte de Teore, y "Fahrenheit 457", por parte de Iriel. Conseguí los dos hace tiempo, pero como tenía tantas otras cosas por leer antes, todavía no había podido ponerme con ellos. Antes de ayer empecé el libro de Ray Bradbury. Todavía no me voy a pronunciar con respecto al libro, aunque me falte poco para terminarlo. Pero hablando con otras personas y escuchando algún que otro tipo de recomendación, vuelvo a pedir, al menos, cinco recomendaciones por persona.

De momento, me he apuntado una: "La Piel Fría" de Albert Sánchez Piñol.

18/2/09

La Luz Fantástica

"[...]Era una noche tranquila, teñida por la promesa del amanecer. Una luna creciente acababa de ponerse. Ankh-Morpork, la ciudad más grande en las tierras que rodeaban el Mar Circular, dormía.
Bueno, esta afirmación no es del todo cierta.
Por una parte, los habitantes de la ciudad que solían dedicarse, por ejemplo, a vender verdura, herrar caballos, tallar diminutos y exquisitos adornos de jade, cambiar moneda y fabricar mesas, en general, dormían. A menos que tuvieran insomnio. O se hubieran levantado para ir al retrete, que todo puede ser. Por otra, la mayoría de los ciudadanos menos respetuosos de la ley estaban con los ojos bien abiertos y se dedicaban, entre otras cosas, a entrar por ventanas que no les pertenecían, cortando gargantas, robándose unos a otros, escuchando música alta en sótanos llenos de humo y pasándoselo muy bien en general. Pero la mayoría de los animales estaban dormidos, a excepción de las ratas. Y de los murciélagos, claro. Por lo que respectaba a los insectos...
El caso es que la descripción escrita rara vez es completamente precisa, y durante el reinado de Olaf Quimby II como patricio de Ankh se aprobaron algunas leyes en un intento decidido de poner fin a ese tipo de cosas y hacer que los informes fueran un poco más verídicos. Así, si una leyenda hablaba de un célebre héroe y decía que "todos los hombres admiraban sus proezas", cualquier bardo que apreciase su vida añadiría rápidamente "excepto un par de personas en su pueblo natal que le consideraban un mentiroso, y un montón de gente más que en su vida había oído hablar de él". Los símiles poéticos quedaban estrictamente limitados a afirmaciones como "su poderoso corcel era veloz como el viento en un día bastante tranquilo, pongamos Fuerza Tres", y cualquier comentario a la ligera sobre una amada con un rostro capaz de hacer botar mil barcos debía ir respaldado por pruebas de que el objeto del deseo tenía sin lugar a dudas cara de botella de champán.
Al final, Quimby fue asesinado por un poeta descontento durante un experimento realizado en los terrenos del palacio para demostrar la discutida precisión del proverbio "La pluma es más poderosa que la espada", y en honor a él se acordó de añadir, "sólo si la espada es muy pequeña y la pluma muy afilada"."

Terry Pratchett - me parto con este tío xDDDD.

15/2/09

2004

"-¿Qué enfermedad tiene?
- Podría decir que una fractura en el alma. Algo que me ha aficionado al olvido."

Empezando a empaquetar cosas del piso, aprovechando que mi padre viene a finales de Febrero con el coche, me he encontrado con mi Moleskine del año 2003-2004. No era, en absoluto, mi mejor año. Creo que pasé algún tipo de depresión sin ser consciente de ello. Se me ha partido algo al leer algunos días... alguno en concreto.

Mi madre me llevaba a clase en coche, todas las mañanas, cuando empecé el ciclo de Animación Sociocultural. Yo era otra completamente diferente, tanto física como psíquicamente. Un día en concreto, poco después de que mi madre volviera de Andorra (se había ido a esquiar con una amiga), discutimos en el coche. Se ve que mi madre había visto en mí un cambio de humor brusco. Bueno, más que verlo, mi padre le había comentado que, durante su ausencia, yo había estado de buen humor, y a su vuelta, me había vuelto gris. Me preguntó si era ella la que me hacía infeliz.

Ese mismo día, no fui a clase. No llegué a entrar al instituto. No podía parar de llorar. Iba de un lado a otro, intentando llegar a algún tipo de conclusión sobre la discusión que había tenido con mi madre. Por aquel entonces, mi forma de ver las cosas era muchísimo más pesimista de lo que puede ser ahora, y en vez de pensar en el motivo y valor que tenía que haberle echado mi madre para hacerme esa pregunta, y el dolor que podía experimentar por ver a su hija en ese estado, solo pensaba en mí misma y en una forma de evadirme de todo eso. De desaparecer. Solo hay un día en el que me sentí más desgraciada que ese, y tan sólo había sido unos meses antes. Quise llamar a casa, para que viniera a buscarme, pero no lo hice.

No sé si llegué a decírselo nunca, pero durante los días en los que estuvo en Andorra, yo no estaba de mejor humor. Me acuerdo de un día en concreto. Volvíamos mi padre y yo en coche. Estábamos pasando por la rotonda del Marineland. Me empezó a hablar de mi hermano (por aquel entonces ya en Barcelona). Yo miraba hacia fuera y lloraba, en silencio. Que no lo viera, no quiere decir que no estuviera ahí.

De verdad que se me ha partido el corazón al leerlo. Ver desde tan lejos aquellos días... verme así... Y saber, que por mi culpa, mi madre también lo estaba pasando mal... el no darme cuenta por aquel entonces, encerrada en mi propio egoismo... Duele.

Pero me reconforta saber que he cambiado, y mucho. Me reconforta saber que ya no estoy en ese punto de mi vida, sino que, a partir de ahí, he ido sólo hacia delante (unas veces más, otras veces, menos). Y que la relación con mi madre ahora es sana, agradable. Y que, fue realmente, gracias a ella, por la que salí de ese agujero.


10/2/09

The Big Come Down




Fuego,
derrite la escarcha
de mi piel.
Tú, pasión.

Fuego,
aniquila el tiempo
de su caricia.
Tú, pasión.

Fuego,
muerde,
arrebata,
consume,
arde.
Tú, pasión.
¿Quién apaga
la llama
imperecedera?