30/8/08

Darth Vader VS Hayden Christiansen

George Lucas sólo ha hecho una cosa en su vida. Star Wars. Y esa misma, está dividida en dos partes. Las primeras películas (capítulo IV, V y VI) son las que perduran en nuestra retina, y perdurarán como esas pequeñas magníficas joyas que en su día salieron a la luz. Las segundas películas (capítulo I, II y III), aparte de tener unos guiones menos consistentes y estar rodadas en completas pantallas azules, pierden la real esencia de lo que venía siendo Star Wars.

No voy a entrar en la historia de las películas, porque realmente, no es eso lo que me viene rondando la cabeza desde hace unos días. En el FNAC, con esto de tener tantas televisiones en funcionamiento, y con tanta variedad de señales (TDT, Digital + en HD, DVD, BlueRays), hay diferentes películas viéndose desde las 10 de la mañana hasta las 21.30 de la noche. En uno de los mejores televisores que podemos tener (un Pioneer), está puesta "La Venganza de los Sith", en BlueRay y en castellano subtitulada en inglés (?). Durante una semana, llegamos a tener hasta los tres primeros capítulos de Star Wars en la sección.

Recuerdo cuando fui a ver "La Venganza de los Sith" al cine. El día de su estreno. Con mi hermano. Y me acuerdo que los dos salimos bastante planchados. Primero, por que en líneas generales, toda la película es un rollazo. Segundo... esa aparición de Darth Vader, tan poco conseguida, y ... con la voz de Constantino Romero y su infinito "¡¡Noooooooooooooooooo!!". Quizás es que nos creamos demasiadas expectativas. Pero las últimas películas son, en comparación a las primeras, un gran truño.

¿Lo casi peor de todo? Es que George Lucas no es, para nada, un buen director de actores. Teniendo el talento que hay en estas películas... Ewan McGregor. Samuel L. Jackson. Natalie Portman. Christopher Lee (el mejor, sin duda... aunque con un papel pequeño). Y lo poco que dan de sí todos ellos.

Lo peor de todo tiene nombre: Hayden Christiansen. Cada vez que le veo en la pantalla, me entra urticaria. Es impresionante la falta de carisma que tiene este tío a la hora de interpretar a Anakin Skywalker. Caras forzadas. Movimientos estancos. El tío tiene empatía cero para con su personaje. Porque señores, estamos ante el personaje menos plano de todo Star Wars, y Hayden Christiansen lo echa todo por la borda con una insulsa interpretación. De la segunda a la tercera película, vemos cómo cada vez se deja consumir por el Lado Oscuro. Toda la chicha la pone el Canciller (véase Darth Sidious). Pero toda esa fuerza que debería transmitir el personaje, toda esa lucha interna, se ve reducida a cuatro caras de mala leche con morritos.

¿Culpa del actor... o culpa del director? Pues mira, no lo sé. Pero que ni el uno ni el otro supieran encontrar un mejor camino... toca la moral. Darth Vader es uno de los villanos más importantes de la historia del cine. Hayden Christiansen lo dejó en muy mal lugar. Al menos al pre-Darth Vader. Con estas cosas se cargan grandes películas. Grandes historias y grandes personajes.

Me pondría a hablar sobre las cosas buenas de estas películas... pero es que llevo una semana aguantando los caretos de Christiansen, y tenía que desquitarme xD.

Hoy, poco antes de la hora de cerrar, casi finalizando la película, estaba la escena en la que Obi Wan finalmente se enfrenta a Anakyn Skywalker (que finalmente, no sería el elegido... sino su hijo, Luke Skywalker... qué grande, ese momento tan mítico... "Yo... soy tu padre"), reconociendo que se ha pasado al Lado Oscuro.Y Anakyn derrotado. Sus ojos sangrantes... Sin piernas, quemándose. Mientras Obi Wan le grita: "¡¡Anakyn...!! ¡Eras como mi hermano! ¡¡YO TE QUERÍA!!". Y yo, como un eco, volvía hacia el mostrador y recreaba la escena a mi VQ1. Su respuesta... "O_o". xDDDD.


29/8/08

Phillip Roth y Paul Auster

Terminado el libro de Chuck Palahniuk, Asfixia, seguí con el que había dejado a medias durante tres días. Elegia, de Phillip Roth, libro en el que se basa la última película de Isabel Coixet. Terminado el libro de Roth (era bastante ameno y... algo corto), prosigo con el señor Paul Auster con algo que creo que me gustará bastante, El País de las Últimas Cosas, visión bastante peculiar de la miseria del ser humano.

El libro de Phillip Roth me ha sabido a poco. No creo que sea porque acababa de leer, o bien Ensayo sobre la ceguera o el repentino Asfixia. Quizás porque esperaba algo más sangrante. Algo más arriesgado. Eso pasa por dejarse influir por comentarios y/o críticas que se leen por internet. Aún así, creo que se trata de un buen ejercicio sobre el hombre anciano. El paso del tiempo, la inevitable resolución de la vida, que es la muerte. Los miedos que tenemos viendo cómo se acerca el momento en el que somos inservibles y que dependemos no solo de nosotros mismos, sino de llenar una soledad que ya es insoportable. Tener el tiempo suficiente como para analizar tus errores y condenarte por ellos, sabiendo que ya no hay forma de arreglar las cosas. Intentar irte en paz. Pero tan solo cuando has empezado a estar bien contigo mismo y aceptar el inminente final, ya está ahí, y tú no te has dado cuenta. La nada.

"[...]Era como si pintar hubiera sido un exorcismo. Pero ¿qué malignidad había estado destinado a expulsar? ¿El más antiguo de los autoengaños? ¿O acaso dedicarse a pintar había sido un intento de librarse del conocimiento de que naces para vivir, y en cambio, te mueres? De repente estaba perdido en nada, en el sonido de las dos sílabas "nada" tanto como en la nada, perdido y a la deriva, y el temor empezaba a embargarle. No hay nada sin riesgo, pensaba, nada, nada, no hay nada que no se malogre, ¡ni siquiera pintar unos estúpidos cuadros!"

25/8/08

Asfixia, de Chuck Palahniuk

"[...]Para el niño estúpido aquello fue una iluminación. Llegar a estar en el mundo tan cómodo y lleno de confianza sería el nirvana.
"Libertad" no es la palabra adecuada, pero es la primera palabra que le viene a la mente.
Aquella era la clase de orgullo y seguridad en sí mismo que el niño quería tener. Algún día.
Si fuera él el que saliese en aquellas fotos con el mono, las miraría todos los días y pensarías: Si puedo hacer esto, puedo hacer cualquier cosa. No importa a qué más te enfrentes, si puedes sonreír y reírte mientras un mono te mete cacahuetes en un sótano húmedo de cemento con alguien sacando fotos, bueno, cualquier otra situación será pan comido.
Hasta el infierno.
Cada vez más, para el niño estúpido, esa era la idea...
Que si había bastante gente mirándote, nunca más ibas a necesitar la atención de nadie.
Que si algún día te desenmascaraban y quedabas lo bastante expuesto, nunca más ibas a poder esconderte. No habría diferencia entre tu vida pública y tu vida privada.
Que si uno adquiría bastantes cosas, si lograba bastantes cosas, ya nunca querría poseer o conseguir nada más.
Que si uno podía comer o dormir lo bastante ya nunca necesitaría más.
Que si te quería bastante gente, nunca más necesitarías amor.
Que alguna vez se podía ser lo bastante listo.
Que algún día se podía conseguir suficiente sexo.
Todas estas se convirtieron en las nuevas metas del niño. En las ilusiones que habría de tener para el resto de su vida. Aquellas eran las promesas que vio en la sonrisa del tipo gordo.
Así que a partir de entonces, siempre que estaba asustado, triste o solo, todas las noches que se despertaba presa del pánico en un nuevo hogar de adopción, con el corazón latiendo a toda prisa y la cama mojada, cada día que empezaba la escuela en un vecindario distinto, cada vez que la mamaíta volvía a buscarlo, en cada habitación roñosa de motel, en cada coche de alquiler, el niño se acordaba de aquellas doce mismas fotos del hombre gordo agachado. Del mono y los cacahuetes. Y aquello tranquilizaba al mocosillo de mierda. Le mostraba lo valiente, fuerte y feliz que puede llegar a ser una persona.
Que la tortura es tortura y la humillación es humillación solamente si uno elige sufrir.
"Salvador" no es la palabra adecuada, pero es la primera palabra que viene a la mente.
Y es divertido ver cómo cuando alguien te salva, lo primero que quieres hacer es salvar a otra gente. A todos los demás. A todo el mundo.
El niño nunca supo cómo se llamaba aquel tipo. Pero nunca olvidó aquella sonrisa.
"Héroe" no es la palabra adecuada, pero es la primera palabra que le viene a la mente."


10/8/08

I'm lost

Fragmento: "[...]Me he dado cuenta de que, a pesar de todo, me aferro a los ideales. Los alimento con imaginaciones y conversaciones inventadas. Es la forma que tengo de alcanzar a la gente. Es la forma que tengo de decir lo que realmente quiero decir. Todo eso que se calla, porque no se encuentra ni el momento, ni el valor de decirlo."

Conversación en mi cabeza:
"M: You know... You were like a shiny light for me, at work. But you took it away from me when you left us. Now, I'm in the dark. It's just that... you are special. You were special. But now you're gone. I guess we'll see each other someday, right?"

I'm in pain for a while. It won't last forever. I know it.

7/8/08

BSG, Saramago y ... el verano

Se acabaron los sueños inquietos con cylons ciegos y humanos que no pueden pilotar sus vipers. Terminada la serie y terminado el libro, puedo volver a dormir tranquila, a no ser que mi subconsciente quiera volver a Galactica con el viejo de la venda negra... o con Tigh al manicomio... Qué vueltas he dado esta semana en la cama, por dios xD.

BSG: Qué gran serie. Al principio cuesta coger el ritmo. Luego, va como la seda. La música es lo mejor de la serie, después de Gaius Baltar y Helo (entre otros). No me voy a enrollar... que bastante he dado el coñazo en el flog.

Saramago: Nunca me ha llamado la atención este hombre. Habrá que darle las gracias a Meirelles por adaptar la novela al cine... que sino, jamás habría abierto un libro de él. Y la verdad es que está bastante bien "Ensayo sobre la Ceguera". Hace unas descripciones justas pero detalladas. Había momentos en los que tenía que reponerme del asco (por el contenido... el imaginarme lo que describe). El final totalmente poético. Así que nada, a lo mejor me busco otro libro para leerme, del señor Saramago.

Estoy sola en el piso. Toda la casa para mi. Me han querido engatusar los del trabajo para hacer una fiesta el jueves. Mi respuesta ha sido: "¿Y tengo que limpiar todo el piso y hacer la cena para vosotros? Venga ya"... xDDDD El viernes que viene tenemos festivo, así que hemos quedado en salir a cenar y liarla luego un rato... Este sábado tenemos cena de despedida de los Nin (que no Nine Inch Nails...). Los fisios finalmente han abandonado el FNAC y han dejado a más de uno (o más de una) trastocado/a. Se nota la ausencia. Duele a ratos. Y mi espalda sigue igual... o peor. Aaaaaaaaains... ains, ains (resiste Miriam, no te dejes vencer por la nostalgia).

Curiosamente, estoy resistiendo bastante bien el estar sola en esta ciudad... aguantándome las ganas de estar en casa, en Mallorca. Estoy resistiendo el mal rollo que hay algunos días en el trabajo. Estoy resistiendo el calor que hace (aunque estos días parece que va a refrescar). Estoy aguantándome que todos se vayan de vacaciones... Y si sigo me sumiré en una ola de ira y rabia, así que lo dejo aquí. Me voy a resignar a lo que tengo. Dar gracias y a seguir con lo mío.

¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGGGGGGHHH!!! Nostalgia, esto es la nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue. De lo que pensé que sería y no es. Arg, hace varias semanas que acabé "La Invención de la Soledad" de Paul Auster (libro densete), que finalizaba con "Fue. Nunca volverá a ser. Recuérdalo". Plash, hostia en la cara. Qué rabia, qué rabia. Y qué nostalgia. Y qué miedos. Y qué resguardos. Y qué silencios. Y qué vergüenzas. Y qué caricias. Y qué abrazos. Y qué memorias. Y qué ausencia.

Ayer fui a casa de Iván a cenar. Inexplicablemente, hizo una tortilla. Puso él los platos. Él los recogió. Vamos, sé que alguna gente se sorprenderá al llegar a estas líneas, pero es verdad. ¿Por qué lo hizo? Porque no le quedaba más remedio. Yo no estaba ahí para hacer las cosas xDD. Verlo para creerlo, gente. En serio xD. La película que vimos, un truñaco.

En fin, poco más. Están echando "En Busca del Fuego". Seguro que hay algún alma perdida que todavía no la ha visto... Así va el mundo, entre otras cosas.