30/1/10

33. Friday Night Lights, Roma y El Psicoanalista

Antes de escribir un pequeño resumen sobre cómo nos ha ido por Andorra, tengo que quitarme las ansias de escribir un post sobre lo que he visto y leído últimamente. Más que nada, por que las ganas me carcomen por dentro.

- Clear eyes. Full hearts. Can't loose: Sí, todavía quedan series que la blogosfera recomienda sin parar y que yo no tengo ninguna intención de hacerme con ellas (ahí siguen "Sexo en Nueva York" y "Veronica Mars", por ejemplo). Pero han sido dos series específicas a las que, con el tiempo, no he podido resistirme: 1) Battlestar Galactica, por insistencia (indirecta) del blog de MrMacGuffin. 2) Friday Night Lights, por... ¿casi todos los blogs que sigo? Siempre la han puesto por las nubes a pesar de ser una apuesta "tímida" de Peter Berg. Y siempre me ha llamado en silencio pero no he tenido tiempo ni espacio para hacerme con ella... hasta que vi la primera temporada por 11,95€ en el Fnac. Así que me dije: esta es mi oportunidad. ¡Y qué oportunidad, señores! Porque, a pesar de estar ante una serie, quizás, demasiado adolescente (y tampoco tanto), estamos ante un producto con vida propia. Sí, algo patriótica. Sí, también algo religiosa. Y a veces, algo peliculera. Pero qué coño. La historia de un pueblo que vive por y para el fútbol americano. El amor que profesan por ese deporte y las expectativas y sueños que ponen a su alrededor. Todos y cada uno de los integrantes del equipo de Dillon, los Panthers, tiene su propia vida y su propio corazón como jugador de fútbol, pero forman un equipo que, a pesar de sus diferencias (tanto de opinión como de raza), lo solucionan para seguir juntos hasta el final... el Estatal. Y a partir de ellos, todos los demás personajes que interaccionan con los Panthers crean un arco de protagonistas y secundarios ricos en emociones e ilusiones, que buscan su lugar en el campo y en la vida. Me lo he pasado pipa con la primera temporada y con cada uno de los partidos de fútbol americano que se han podido ver... He corrido con Smash para hacer touchdowns. He tirado el balón con Saracen para crear las jugadas necesarias. Y por supuesto, he defendido y he hecho placajes de la mano de Tim Riggins, número 33 de los Panthers, para mí, el personaje más interesante de la serie. The damage one. El que tiene tanto que dar que le sobresale y no es capaz de controlarlo. El que quiere saber quién es pero no sabe cómo hacerlo. El que es Tim Riggins. End of discussion. Pero no quiero quitar méritos al resto de principales que se pasean por la serie: El entrenador Taylor y su familia (y por consiguiente, Jules y su relación con Saracen... para mí, una de las más tiernas de la TV). Jason Street y el mero hecho de hacer frente a un cambio repentino de vida y el replanteamiento de cómo vivirla. Lyla Garrity y todo su mundo desmoronándose. Landry, el amigo entrañable de Saracen que seguramente demostrará una vez más que el que la sigue la consigue. Y Tyra, que probablemente, sea la excepción que confirma la regla en su familia. Porque cada uno de ellos tiene algo a lo que te puedes aferrar y con lo que emocionarte. Algo con lo que ansiar que prosperen, que maduren y que sean capaces de ver cuál es la opción correcta. Y si se equivocan, no importa, porque seguiremos a su lado para ayudarles a levantarse y seguir caminando. Chapó por Peter Berg. Por los guionistas. Por la estética. Y por supuesto, por los actores, porque hacen un trabajo genial. Go Panthers!!

- Roma: Si hay algo que define bien la serie de dos temporadas que explica cómo murió Julio César, y cómo Octavio consiguió ser César después de "humillar" a Marco Antonio, entre otras cosas, esos son Titus Pullo y Lucius Vorenus. Y fuera de ellos, toda una producción espectacular para recrear lo que fue Roma antes de Cristo y cómo se pasó del Senado al Emperador. No sé si es bueno o malo que la serie finalmente se quedara en esas dos temporadas, pero sí que puedo decir que ambas son unas temporadas redondas, con personajes fuertes y personajes débiles. Con una ambientación admirable, para quitarse el sombrero. Y una recreación de los tiempos en los que Roma era o empezaba a ser un gran imperio. La importancia que los romanos daban a los Dioses (hay varias escenas, sobre todo de Servilia, maldiciendo en nombre de los Dioses a cambio de sacrificios, que son magníficas). Y por supuesto, la espectacularidad y a la vez sencillez y humanidad de algunos personajes, entre los cuales destaca, por encima del resto, Titus Pullo. Cuando está solo, es todo un crack, pero cuando vuelve a las andadas con Lucius Vorenus, ambos forman un dúo imparable y entrañable. Pero también quiero destacar a Marco Antonio, que, a pesar de ser un cabroncete, siempre ha tenido ese algo que lo ha hecho irresistible (al menos a mis ojos) como hombre de armas tomar. También me gustaría destacar la sencilla pero hermosa cabecera de la serie y aclarar, de paso, que estos son los pequeños engranajes que han hecho funcionar a la serie, pero que hay mucho más en "Roma" que merece la pena ver. Y ya que entramos en las series históricas, la siguiente que caerá será "Los Tudor", así que preparaos para una próxima ración de la realeza inglesa de la mano de Jonathan Rhys Meyers como Enrique VIII.

- El Psicoanalista: O cómo destrozar una buena historia. La mayoría de las opiniones que he leído del libro lo dejan en muy buen lugar, así que daré por hecho de que no he leído el mismo libro, porque me ha parecido casi insufrible. El planteamiento es bueno. El problema es el protagonista. El problema es la forma de escribir de Katzenbach, que se repite y se repite y se vuelve a repetir. El problema es que el libro tarda unas 500 hojas en hacerse realmente interesante, para acabar en la 570. Y por supuesto, el problema es que los personajes realmente interesantes están prácticamente todo el libro escondidos. Poco después de empezarlo ya notaba que ese libro no me iba a entrar en ningún momento, porque no me gustaba la forma de escribir del escritor, no me gustaba el protagonista, y no me gustaba cómo enfocaban el punto de vista y cómo iba evolucionando Ricky Starks. Pero me había propuesto leerlo hasta el final, así que tuve que aguantar como un jabato las incompetencias de Ricky en la primera parte (desde el primer momento, le avisan de que todo puede ser un montaje y lo que ve puede ser mentira, pero él siempre cree en sus ojos a pies juntillas). En la segunda parte, la trama de Lively y Lazarus podría dar mucho más juego. No acaba de explotar el asunto. Y la tercera, a expensas de la sorpresa del amigo Rumpeltinsky, el encuentro entre ambos me supo a poco. ¿Lo que me gustó? El final. Cerrarlo y poder decir: "A pesar de la mierda de libro que es, me lo he acabado".

Así que aquí estoy. Pasando al siguiente libro. Descubriendo y empezando una nueva serie (con 4 temporadas a cuesta, eso sí). Y habiendo visto una buena serie histórica. Y todo lo que me queda por leer. Y todas las series que me quedan por ver. Hay todo un mundo ahí fuera que me está esperando.

¡Texas forever!

1 comentario:

Iriel dijo...

Friday Night Lights no me llama, no hay manera... Y eso que adoro a Kyle Chandler. Creo que el asunto del deporte me echa atrás, y más siendo uno del que no entiendo nada xD

Rome... quedé en medio de la segunda temporada. No sé por qué me desmotivé, pero a veces extraño a los brutos de Tito y Lucio xD

Sobre El Psicoanalista ya hablamos xD