13/3/11

Primos

Diego: Te prequiero.
Martina: ¿QUÉ?
Diego: No puedo decir que te quiero porque es demasiado pronto, y no te quiero asustar. Por eso te digo que te prequiero. Te prequiero mucho.

1/3/11

State Of Independence

Qué dos semanas de locura.

Hace dos semanas me ... Es que ya ni recuerdo qué estaba haciendo hace dos semanas. Fui a recoger por fin mi paquete del Fnac con las primeras cuatro temporadas de Supernatural (ays, mi Dean Winchester). Me acuerdo de eso. Y de que estaba mirando pisos para alquilar. Y que por fin había mandado algún que otro email para saber información extra en según qué anuncio. Un pequeño paso, me dije a mí misma. Pero no me imaginaba que iba a acabar aquí.

Dos semanas después, he visitado mi primer piso (sí, solo he visitado uno). Todos veían las fotos y me decían "es este!!". He firmado un contrato de alquiler de mínimo, un año, en un pisito la mar de coqueto en Illetas. He hecho una limpieza y mudanza, con ayuda de mis padres (gracias, gracias, gracias!). Me he quedado sin espalda. Sin hombros. Sin manos.

Pero es que, dos semanas después, estoy instalada en lo que va a ser mi casa, al menos, durante un año. Espero que, si las cosas no cambian mucho por aquí (es decir, que me dé un ramalazo, me dé por casarme e irme a vivir con el hombre de mis sueños a un castillo y tener hijos por doquier), el contrato se alargue y pueda disfrutar, finalmente, de mi independencia absoluta. Bueno, creo que todavía debe de escribirse entre comillas porque la deuda, una vez más incrementada, que le debo a mis padres, todavía está ahí.

Todo ha pasado rápido. Llevaba mirando anuncios de pisos de alquiler, por internet, desde hace dos veranos. Me iba por temporadas. Había épocas en las que, en quizás tres meses, no miraba nada. Y otras, en las que estaba día sí día también mirando pisos. Mi padre, los últimos días, me dijo "¡Pero deja de mirar pisos ya, oye!" (con su acento galleguiño que le sale cuando se pone tocapelotas xD). "¡Estás ahí esperando a que te caiga del cielo!". Un día vi Villa-Rubia y me dije: "Anda mira qué chulo." Y pasé a otra cosa. Al día siguiente lo volví a mirar y dije: "Joder, pues sí que está bien. Además, tiene el agua y la comunidad incluida". Al siguiente, tenía el enlace en favoritos. Un click. "Y está justo en la mitad. A mitad del aeropuerto, y a mitad de casa". Teresa (a quien también agradezco su apoyo xD) me espetó: "¡¡¡ES ESE!!! ¡¡NO MIRES MÁS!! ¡¡LLAMA Y VES A VERLO!!" Así, en mayúsculas. Mandé un email. Me contestaron al minuto. Al día siguiente tenía que ir a verlo. Mi hermano tenía que venir, porque ve los contras que yo, por la emoción, no veo.

Pues nada. Toda la familia Paz y la cuñá ahí, viendo el piso. Mi madre rápidamente se tiró a la piscina. "¡Bien! Pues nos lo quedamos. Tenemos trato, ¿no?"

Y aquí estoy. Instalada. Con mi bote para las cookies y el café. Con mi lámpara de pie. Mi pequeño bonsái, que espero que no muera. Mi edredón nuevo. Mis barras de Leroy Merlin que quedan la ostia de monas con los pañuelos y collares colgados. Mi gato Madero (de madera, sí). Mi tele de 19" mona toda ella. Mis cuchillos de Ikea, por 4€. Mi mesita. ¡¡Y mi tabla de planchar!! También de Ikea. ¡¡Y WIFI gratuito!! ¡¡Y mis vistas al mar!!

Me falta un perchero y el sofá. De momento, la silla Ikea hace lo necesario. Y las chaquetas de los visitantes ... se pueden dejar encima de la cama.

Madre mía. Es que todavía no me lo creo. Estoy aquí y no me lo creo. Cuando se lleven el mastodonte de tele del anterior inquilino (mañana), os cuelgo algunas fotos para que no os lo creáis conmigo.

¡Saludos y alegrías y sonrisas y besos y abrazos y más independencia para todos!