21/11/10

It's Not Right But It's Ok

Me voy.

...

...

...Y si eso, a lo mejor vuelvo.

11/11/10

We Need A Resolution

De verdad, qué exasperante tener que encender la luz a eso de las seis de la tarde, porque ya no hay luz natural. Esta nocturnidad siempre me recuerda a mis días en Barcelona, porque cuando volvía a la ciudad condal siempre era en Otoño, y al mes, ya empezaba a oscurecer a horas tempranas. E iba por la calle impregnándome de la luz artificial de las farolas.

Me recuerda sobre todo a mi época del Fnac. La segunda, cuando estuve como promotora de JVC. Más que nada, por el descanso que tenía de quince minutos, a eso de las seis menos cuarto de la tarde. Y salía a la calle, a refrescarme con el viento frío o las temperaturas frescas, olvidándome un rato del calor del centro comercial. Ahí sentada, en un banco, viendo la gente pasar. Las luces de Navidad ya puestas. Y todo el mundo perdiendo el culo.

La verdad es que no tiene nada que ver el ritmo de vida de un sitio a otro. Claro que ahí, en Barcelona, vivía prácticamente en el centro. Y aquí, en Mallorca, vivo en un pueblo en el que, quitando a los cuatro gatos que han vivido aquí toda la vida, la única gente que lo pisa son los ingleses que vienen a beber y a ensuciar lo que no pueden hacer en Inglaterra o derivados. Ergo, la única actividad que registra mi "amado" pueblo es absolutamente veraniega. En invierno, es el abandono total. Yo creo que podría rodarse aquí una película de vampiros, en plan "30 días de Oscuridad", obviando el tema de los 30 días sin luz diurna, claro.

Si una viviese en Palma, sería otra cosa. Pero la verdad es que el centro no me llama en absoluto. Quiero decir, está muy bien porque hay más vidilla. Pero es un santo coñazo. Sobre todo si no dispone de un buen servicio de transporte público. Y si hay que estar con el coche para arriba y para abajo te gastas la mitad del sueldo en gasolina, la otra mitad en párking... y si no es gastando dinero en párking de pago, es gastando el tiempo buscando párking gratuito. Como siempre pasa, la ciudad tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Pero la verdad es que no me siento cosmopolita, así que no me importa en absoluto vivir a las afueras. Puede parecer contradictorio, después de echar pestes como he echado de Santa Ponsa. La cuestión es encontrar el equilibrio.

En fin, en verdad yo venía a hablar de otra cosa, pero me he despistado con la tontería de la luz. Había empezado el día hoy bastante alegre, porque por fin me he puesto a hacer cosas, después de una semana prácticamente out (una tiene que acostumbrarse a estar sin trabajo). He ido a por mis dólares americanos para el viaje a Nueva York, que cada vez está más cerca e, inexplicablemente, me gustaría que estuviera más lejos (me estoy empezando a poner nerviosa, y yo nunca me pongo nerviosa por los viajes... claro que es Nueva York... el viaje que he esperado todos mis 25 años!). Nada del otro mundo, pequeñas cosas que me hacían sonreír al salir de casa. Pero madre mía, la breve felicidad se me está escapando a cada letra que tecleo. No voy a explayarme, pero para colmo, la AMC me ha cancelado Rubicon. Jodidos cabrones.

Poca cosa. Estaba harta de esta temporada, en el aeropuerto. Porque han sido demasiadas cosas a lo largo del verano. Espero que el año que viene la cosa esté más calmada, o al menos, más llevadera. Porque la crisis, los cambios, las bajas, mi madre con su peritonitis, embarazos, las insolencias y el puto shuttle, me han traído por el camino de la amargura. Hasta ahora podía decir que siempre me quedaría mi pequeño Satán para hacerme reír y distraerme de vez en cuando, pero vete tú a saber qué será de él el año que viene.

Bueno, no más. Siento que este post no va a ningún lado. Quiero hablar de cosas de las que todavía no puedo hablar. Y quiero comentaros cosas de las que nunca dejo de hablar. Así que aquí me quedo. Me encantaría adoptar un perro, por cierto. Pero mis padres no quieren.

Ahí os dejo. O ahí te dejo, al que lee. O no dejo a nadie. Que esto está desértico. Si por no pasarse, no me paso ni yo.

Auf wiedersehen.

1/11/10

Desperate Housewives


Lynette:
This is my grandmother's ring
and Preston wants to give it to her (Irina).
Jimmy: She's very lucky!
Lynette: Oh... She's not getting this.
Because you are gonna find me a cheap copy.
Jimmy: I can try but she's probably find the difference.
Lynette: Oh, I'm counting on it.
[...]
Jimmy: But when your son finds out isn't he gonna be mad?
Lynette: Oh...That's why I keep having kids, Jimmy.
To replace the ones who hate me.