16/2/10

El Hombre Duplicado

"[...]Para el relator, o narrador, en la más que probable hipótesis de preferir una figura beneficiada con el sello de la aprobación académica, lo más fácil, una vez que se ha llegado a este punto, sería escribir que el recorrido del profesor de Historia a través de la ciudad, y hasta entrar en casa, no tuvo historia. Como una máquina manipuladora del tiempo, sobre todo en el caso de que el escrúpulo profesional no se haya permitido la invención de una algazara callejera o de un accidente de tráfico con la única finalidad de llenar los vacíos de la intriga, esas tres palabras, No Tuvo Historia, se emplean cuando hay urgencia de pasar al episodio siguiente o cuando, por ejemplo, no se sabe muy bien qué hacer con los pensamientos que el personaje está teniendo por su propia cuenta, y más si no tienen relación con las circunstancias vivenciales en cuyo cuadro supuestamente se determina y actúa. Ahora bien, en esta situación, precisamente, se encontraba el profesor y novel amador de vídeos Tertuliano Máximo Afonso mientras iba conduciendo su coche. Es verdad que pensaba, y mucho, y con intensidad, pero sus pensamientos eran hasta tal extremo ajenos a lo que en las últimas veinticuatro horas había estado viviendo, que si decidiésemos tomarlos en consideración y los trasladáramos a este relato, la historia que nos habíamos propuesto contar tendría que ser inevitablemente sustituida por otra. Es cierto que podría valer la pena, mejor dicho, dado que conocemos todo sobre los pensamientos de Tertuliano Máximo Afonso, sabemos que valdría la pena, pero eso representaría aceptar como baldíos y nulos los duros esfuerzos hasta ahora acometidos, estas casi sesenta compactas y trabajosas páginas ya vencidas, y volver al principio, a la irónica e insolente primera hoja, desaprovechando todo un honesto trabajo realizado para asumir los riesgos de una aventura, no sólo nueva y diferente, sino también altamente peligrosa, que, no tengamos dudas, a tanto los pensamientos de Tertuliano Máximo Afonso nos arrastrarían. Quedémonos por tanto con este pájaro en la mano en vez de con la decepción de ver volar a dos. Aparte de eso, no queda tiempo para más. Tertuliano Máximo Afonso ha estacionado el coche[...]."

O por qué José Saramago es Premio Nobel de Literatura.

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