"Soy Fernando Verdasco. Corre que te casco", decía Alberto Berasategui, mientras comentaba, con el insufrible Arseni (comentarista de TVE), el partido del madrileño contra un Soderling que no ha encontrado su ritmo ni su juego al 100% en el día de hoy (porque Fer no le ha dejado, claro).
Fernando Verdasco se ha marcado un Godó digno de admiración. Con un juego de cabeza, de paciencia y de confianza, como venía yo pidiéndole desde hace mucho tiempo (desde casa y gritándole al televisor xD), porque el chaval tiene potencial para dar y tomar. En Barcelona, al igual que en el torneo anterior, ha sabido pararse y jugar con inteligencia. Sin quemar los puntos. Trabajándoselos como un rey. A pesar del desgaste físico que venía arrastrando desde Mónaco y a pesar de aquel penoso segundo partido contra Melzer, en el que salió cabreado a la pista desde el minuto 1 y tardó en jugar como sabe hacerlo (también la pista estaba más pesada y lenta)... y que, por suerte para él, acabó ganando, el jugador de tenis madrileño ha sabido salir airoso de Barcelona. Con un nuevo trofeo en su palmarés. Y muy atrás quedan ya... pero muy, muy atrás, aquel griterío del público argentino de "Verdasco tiene miedo". ¿Miedo de qué?
Quizás el que Verdasco haya levantado finalmente el trofeo de 290873498237479 kg que se diseñó para este torneo está muy condicionado por el hecho de que Nadal dijo que necesitaba descansar y que, este año y lamentándolo mucho, se saltaba la cita con la Ciudad Condal. Sí, quizás. Y Verdasco lo sabe. Por eso, se despidió del público barcelonés pidiéndole a Nadal que el año que viene, se volviese a saltar el Torneo, que así podría volver a ganarlo él. Grande Verdasco, siempre con su nota de humor.
En fin... Espero grandes cosas para Verdasco. Por fin pasó la barrera de los cuartos en un Masters 1000. Se ha alzado con el Godó. ¿Quién sabe? Quizás ahora empieza a despegar y a hacer las grandes cosas que es capaz de hacer.
¡Grande Verdasco!
Fernando Verdasco se ha marcado un Godó digno de admiración. Con un juego de cabeza, de paciencia y de confianza, como venía yo pidiéndole desde hace mucho tiempo (desde casa y gritándole al televisor xD), porque el chaval tiene potencial para dar y tomar. En Barcelona, al igual que en el torneo anterior, ha sabido pararse y jugar con inteligencia. Sin quemar los puntos. Trabajándoselos como un rey. A pesar del desgaste físico que venía arrastrando desde Mónaco y a pesar de aquel penoso segundo partido contra Melzer, en el que salió cabreado a la pista desde el minuto 1 y tardó en jugar como sabe hacerlo (también la pista estaba más pesada y lenta)... y que, por suerte para él, acabó ganando, el jugador de tenis madrileño ha sabido salir airoso de Barcelona. Con un nuevo trofeo en su palmarés. Y muy atrás quedan ya... pero muy, muy atrás, aquel griterío del público argentino de "Verdasco tiene miedo". ¿Miedo de qué?
Quizás el que Verdasco haya levantado finalmente el trofeo de 290873498237479 kg que se diseñó para este torneo está muy condicionado por el hecho de que Nadal dijo que necesitaba descansar y que, este año y lamentándolo mucho, se saltaba la cita con la Ciudad Condal. Sí, quizás. Y Verdasco lo sabe. Por eso, se despidió del público barcelonés pidiéndole a Nadal que el año que viene, se volviese a saltar el Torneo, que así podría volver a ganarlo él. Grande Verdasco, siempre con su nota de humor.
En fin... Espero grandes cosas para Verdasco. Por fin pasó la barrera de los cuartos en un Masters 1000. Se ha alzado con el Godó. ¿Quién sabe? Quizás ahora empieza a despegar y a hacer las grandes cosas que es capaz de hacer.
¡Grande Verdasco!
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