8/8/07

Sí señorita... digo señora

Una cosa es el típico adolescente que te viene a preguntar algo y es más o menos educado, y empieza con un "Perdone señora". Te dices a ti misma que es normal. Que posiblemente tú también hacías lo mismo en tus años de más fresca juventud.

Luego está la confusión típica... Una señora y una señorita al lado... Al final acabas pringando tú y te ponen, en cinco segundos, el peso de toda una vida.

Otras más circunstancias que llevan al nombramiento erróneo, que al final, acaban pasando... con una sonrisa frustrada, intentando evadir el tema del paso del tiempo y las arrugas en la cara (cosa que, realmente, no me ha preocupado nunca... el otro día me escandalicé cuando vi a una chica de 17 años comprarse una crema antiarrugas).

Pero hoy todo eso da igual. Hoy soy señora. Y soy la señora de alguien. Según mi alianza. Porque un hombre lo ha dicho así.

Así que me he inventado un marido. Se llama Alex, y me he casado con él en una noche de locura y pasión, en las Bahamas. Es alto, de piel tostada. Su pelo, corto y rubio castaño. Sus ojos, verdes brillantes que a veces, duele mirarlos. Cuando sonríe, se le ilumina la cara. Sus manos, suaves, un poco huesudas y largas, con las uñas cortas y bien limpias. Me paso el día siguiendo su aroma a limpio. Le canto canciones por la noche, cuando nos vamos a dormir, porque cree que mi voz es algo excepcional. Le regalo pulseras que he guardado durante años y que nunca he llegado a usar. Sale a nadar todas las veces que puede, porque tiene algunas molestias de espalda. Me compra chicles de hierbabuena, porque sabe que el resto me producen ardores estomacales. De vez en cuando me cuenta cómo se enamoró de mí. "Desde el primer día que te vi" dice "ya me fijé bien en ti. Pero ¡oh! cuando te escuché hablar. Con esa voz. Fue algo sublime". Repaso con la yema de mis dedos las venas que se le marcan en los brazos. Me quedo prendada siempre que le veo alejarse, pues me gusta su manera de caminar. Adoro su pasión por la vida. La fuerza para afrontar las cosas. La sonrisa que siempre tiene para mí.

Cuando lleve mi alianza, esa será la historia que cuente. Porque he dejado de ser señorita. Ahora soy señora, por un anillo.

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Transcribo la conversación:
Yo: Buenos días!
Él: Hola señorita... Digo señora.
Yo: ¿Señora? Nada de señora.
Él: Es que había visto la alianza...
Yo: ¿Lo qué? [me miro la mano izquierda y señalo mi simple y llanamente anillo de plata xD] ¿Esto? Es simplemente un anillo!! xDD
Él: Ah... Perdón, perdón xD

Al cabo de dos horas, decidí inventarme a Alex.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Miriam y Álex, Álex y Miriam... me gusta... Tienes mi bendición (xDD).

Iriel dijo...

Ahora que conozco a Alex, bendigo la unión. ¿No tendrá un hermano? xD

Esto me ha recordado (aunque no es que tenga mucho que ver) a cuando Elbe usaba el Anillo Único y parecía una alianza. Entonces se lo quitó porque tenía miedo de que un chico lindo pensara que estaba casada xD Y al final terminó perdiendo el Anillo Único xD

No sé qué tiene que ver pero me hizo acordar xDDDD

Anónimo dijo...

Mujeres... estáis todas locas ¬¬

Anónimo dijo...

Alex ... Ais ya me lo imagino eh xDDD

Yo he llevado anillos también y no ha sido impedimento para los chicos eh xDD Pero si me han llamado señora unas cuantas veces ¬¬ Hasta un niñito de unos cinco años. Madre mía que mal hace sentir eh xDD

Me presentas a Alex? xD