6/12/09

La Davis 2009, vol 2

Y la volvemos a tener. El equipo de Albert Costa nos ha devuelto, por cuarta vez, la ensaladera.

Después del partidazo que se marcó Ferrer ante Stepanek, en el que le remontó los dos sets en contra y terminó ganando por un 1-6, 2-6, 6-4, 6-4 y 8-6, con el público español rindiéndose a sus pies. Os digo la verdad: Yo no tenía fe este año. No tenía fe y no lo veía muy claro el que pudiéramos ganar con tanta seguridad porque había visto las condiciones de Nadal en Londres, y creía que Ferrer, con su año irregular, tampoco estaría a la altura. Pero algo le tuvo que decir Albert Costa al alicantino después de que, al finalizar el segundo set, se fueran al lavabo. Porque Ferrer se puso las pilas, empezó a jugar como tenía que jugar. Stepanek ya no lo metía todo y sus dejadas ya empezaban a ser alcanzables. Cuando ganó Ferrer su primer set, en esta casa empezamos a sufrir. Disfrutamos de un buen cuarto set, que cayó de nuevo a favor de España. Y madre mía, cómo sufrimos en el quinto. Emilio Sánchez-Vicario, muy sabio él y siempre con comentarios acertados (no como el patán que tiene al lado... por dios qué comentarista tan penoso y empanado), decía que todavía había que esperar... Que muchos jugadores dejan de esforzarse cuando ven el cuarto set perdido, para cambiar el chip en el quinto y finalizarlo con una victoria. Y tuvimos un último set de infarto. Ferrer estuvo a puntito de perder la pequeña ventaja que tenía, pero se restauró y acabó por romperle el saque para un 7-6, y así sacar para ganar. Y madre mía, cuando ganó. El propio Ferrer se tiró al suelo como si hubiera ganado ya la Davis. Y podría haber sido así, porque creo que pasará a ser el héroe de esta Davis por hacer lo que nadie pensaba que podría hacer.

Así que Verdasco y López tenían que dar el último punto para que España se volviera a proclamar campeona de la Davis. Se había hecho ya más de la mitad del recorrido. Y la República Checa decidió sacar a Stepanek y Berdych, uno de las mejores parejas de dobles en la Davis (cinco partidos disputados, cinco partidos ganados).

Emilio contó, como anécdota, que al principio, Verdasco y López se llevaban mal (me gustaría saber por qué... ¿discutían a ver quién era el más guapo? xD). Pero Emilio (anterior capitán de la Davis y el que creó la pareja) quería que probasen de jugar juntos. Hasta intervinieron las familias. Y míralos ahora. Tienen buena sincronía. Se respaldan. Cuando falla uno, ahí está el otro para hacer los puntos. Y a la inversa.

El primer set, ganado por un 7-6 delirante, se lo trabajó López, siempre presente en la red, con mucha agilidad y consistencia. Verdasco se quedaba al fondo de la pista. Parecía que tenía miedo a subir. Mientras, Berdych y Stepanek, muy compenetrados ellos, cubrían la red como dos muros. Pero esos muros tenían fisuras, y España las supo ver.

Con el primer set ganado, la confianza de Verdasco se infló. Empezó a restar como sólo él sabe hacer. Stepanek y Berdych seguían al pie del cañón, pero España respondía mejor ante casi todas las adversidades. El segundo set, jugado como una pareja completa, cayó también a favor de los españoles en un 7-5 de infarto.

En el tercer set el trabajo fue más bien de Verdasco. Feliciano empezó a fallar cosas que metía en el primer set, y Verdasco metía todo lo que no había metido en la primera manga. Stepanek empezaba a sacar más flojo (el día anterior había tenido calambres en la mano, por lo que podría ser que los deditos le volvieran a dar por culo otra vez), hubo un momento en que se hizo daño en el pie, y Berdych hacía lo que podía. Hubo un par de puntos con hasta 7 remates del checo, que no los acababa de definir y los españoles devolvían como podían. Ese punto especialmente creo que fue un vacile de ambos equipos... para dar un poco de más vidilla al asunto (al público se le oía diciendo: oooooooooooooooooooeee!! cada vez que España devolvía el remate). Con un 5-1 a favor de España, a la gente ya se le oía gritar "Campeones, Campeones". A un juego estábamos, sacando los checos. Pero el juego cayó a favor de los contrarios, por lo que con un 5-2, sacaba Feliciano López para alcanzar el punto de la victoria en la Davis. Yo pensaba: "Es el mejor sacador del tenis español que tenemos. No pueden fallar ahora". Un beso a la pelota le dio el tío. En el 40-15. No pudo ser. 40-30. Segundo saque. Y si no recuerdo mal, los checos la mandaron fuera. O a la red. Qué más da. Ahí estaban los dos españoles abrazándose, después de ganar en tres sets a los checos y otorgar el tercer punto a España, merecedora así, una vez más y por cuarta vez, de la Ensaladera. ¡Olé, olé y olé! Olé a todos, a todos los jugadores que ha convocado Albert Costa. Porque todos han otorgado un punto. Todos han ganado. Así es como trabaja un equipo. Y olé a Robredo y a Ferrero, por estar ahí, y por ser siempre una buena alternativa.

Albert, tenías fe en Ferrer. Algo tenías que saber. Nadal, descansa, y piensa en tu victoria. No la pierdas de vista, y confía. Puedes volver al nº1. Verdasco y López, comeos el mundo. Unos cuantos pasitos más, y consistencia.

El próximo año juro tener fe en la Armada Española desde el día 1. ¡Lo juro!

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