22/6/09

R.U. Kiddin' Me

Y fue así como pasó:

Yo, la verdad, no estaba al 100%. Había madrugado para trabajar, y había llegado con prisas a casa, para cambiarme, y luego, con mi cuñada y mi madre a cuestas, llevar nuestros cuerpos al lugar de encuentro. Al pre-encuentro. Casi 20 mujeres en dirección a Calviá, donde esperaba la novia, que se despediría de su soltería.

Después de vestirla y maquillarla de india, la paseamos por su pueblo, donde la conocen, y mientras paraba el tráfico para que pudiéramos cruzar, el resto soplaba los pitos a pleno pulmón haciendo un escándalo de mil demonios.

Más tarde, nos vendrían a buscar unos buenos mozos para llevarnos a un rancho alejado de la mano de Dios, donde pasaríamos la tarde-noche, entre paseos de carro, bailes y cenas.

Ya en el rancho, y después de unos cuantos vasos de sangría (yo me abstuve porque tenía que traer sana y salva a mi madre de vuelta a casa... y qué leches, a mí misma también), nos subieron a un carro tirado por caballos (Beckham y Bubu, según nos contaba el vaquero) y donde había dos garrafas de cinco litros de sangría (ahí es nada), mientras que cinco mujeres se atrevían a ir montadas a caballo. Después de un paseíto por el terreno, demostrando un paisaje diferente pero bonito, tocaba el momento de regresar al rancho y demostrar cuánto tiempo es capaz de aguantar cada mujer en el toro mecánico travieso. Bueno, travieso más bien el chico que lo controlaba, Raúl... que resultó ser, aparte de Jose, el gran descubrimiento de la noche, y al cual más de una de las 20 mujeres que éramos, se habrían querido llevar (sí, qué leches, yo también me incluyo xD).

Pasada la vergüenza-desenfreno del toro, pasamos a cenar. Después de la cena, pasamos a los regalos. Y después de los regalos... vino el momento estelar para la novia. El boy. Que armó un revuelo de la ostia. No sólo hizo protagonista a la novia, sino que nos pilló a algunas de nosotras en diferentes momentos de su baile (joder, a mi madre le dio un meneo que yo pensaba que me la iba a romper xDDDDDDDDDDDDDD). Qué momento, por dios xD.

Cuando pasó la tempestad, más de una pidió a Raúl que hiciera él su propio baile, pero no coló. Qué pena, dios... qué pena.

Un poco de bailoteo en la terraza con un "músico" que no se sabía la letra de las canciones que estaba versionando (Ricky Martin, Joaquín Sabina). Los últimos intentos de secuestrar a Raúl y a Jose. Las últimas gracias. La despedida y... de vuelta al hogar.

Ha sido mi primera despedida de soltera. Me hubiese gustado estar más fresca, más despierta, y estar en mejor sintonía con las mujeres que estaban en la fiesta. Pero bueno, lo que ha sido, fue bueno. Una experiencia que pasar. Y a la que se casa, ¡que le dure!

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