El Conde de Godó II (Primera Parte)

Volvía a ser una cálida mañana, de un martes cualquiera, en la que por suerte (o por desgracia para aquellos a los que no les gustase el sol-calor), la niebla no había aparecido a acariciar los techos de Barcelona.

Miriam, nuestra protagonista, se había despertado a las 6.30 de la mañana, dispuesta a comerse el mundo. Emocionada con la idea de pasarse un día entero viendo tenis en directo, se duchó más rápido de lo normal y estaba lista antes de lo previsto... Pero cometió el error de encender el ordenador y poner a bajar "Heroes", porque también se puso a mirar flogs, blogs y páginas de cine. Así que, como de costumbre, llegó a clase unos 10 minutos tarde. Pero no importaba, porque era Laboratorio en B/N y cada uno iba allí al ritmo que podía.

Resuelto en parte el problema de las fotografías de paisaje en B/N, empezó a hacer los contactos del último carrete que disparó. Unos retratos de Cristian, su compañero de clase, y algunos paisajes/instantáneas que no tenían demasiado valor. Como debía de presentar un retrato en B/N con las diferentes zonas y sus mediciones, positivó retratos. Acabó satisfecha, con una buena copia, y otras dos de relleno. Y a las 11 se encaminó hacia lo que sería su tarde de sol y tenis.

Llegó allí sobre las doce menos cuarto, parte caminando, parte en bus... porque a Miriam se la conoce como una buena vaga. Su madre la esperaba a la salida para darle la entrada. Y entonces... todo comenzó.

Entraron en el recinto (no hay foto con un plano general mostrando el evento, gran fallo), y se dirigieron a lo que sería el primer partido para Miriam, el segundo para su madre (Gastón Gaudio perdió de manera contundente... así que Miriam decía adiós a uno de sus favoritos sin poder haberle visto).

Fernando Vicente contra Paul Goldstein. Hará unos cuantos años atrás, en alguna que otra edición del Mallorca Open, tuvo la oportunidad de ver a Fernando Vicente en acción. No es un jugador que haya destacado mucho, pero siempre es agradable volver a encontrarse a tipos como él que al menos lo intentan.

De cara al sol, sufriendo los primeros síntomas del calor, Miriam y su madre resistieron unos... cinco juegos antes de irse a la pista central, en la que tendrían un encuentro Feliciano López y Tommy Robredo. Vicente perdió al final. El primer set lo perdió fácilmente, mientras que el segundo, Goldstein lo tuvo que pelear (creemos que llegaron a tie-break). Cuando llegaron al tercer set (del cual Miriam tan solo vio 1 juego), Vicente parecía algo cansado y abatido, así que poca cosa más hizo. Goldstein se llevó la victoria y se fue a descansar, pues por la tarde tendría que volver a jugar dobles.

La verdad es que mucho de este hombre no conocía Miriam. Por el papel que informaba de los partidos y el orden de éstos, sabía que era americano. Pero poco más. ¿A dónde irá después? ¿Habrá ganado su partido de dobles?

¿Qué le deparará el futuro? Su madre decía que probablemente tenía sangre judía.

Pasados esos cinco juegos, marcharon corriendo hacia la pista central. La tribuna B, asiento 40. Es decir, arriba del todo, a tomar por culo, pero donde tenían una vista espléndida (aunque lejana), y en la que no tenían que hacer el esfuerzo de ir siguiendo la pelota con la cabeza.

El panorama presentaba, aparte de una vista espectacular, un partido prometedor. Feliciano López y Tommy Robredo. No podía ser mala la cosa, ¿verdad? Pues resultó más bien que sí. Aunque no mala, sino aburrida. Tommy Robredo abatió a Feliciano López por un 6-2, 6-2. Miriam solo vio el primer set, puesto que en la pista 3 iba a empezar Agustín Calleri, y no podía fallarle. Pero antes de eso, tuvo tiempo de sacar el objetivo tele y conseguir unas fotos algo decentes pese la considerable distancia a la que estaba y la calidad del teleobjetivo.

Tommy Robredo a la izquierda, Feliciano "Guapo" Lopez (xD) a la derecha.



Así que, terminado el primer set de los españoles, Miriam bajó en busca de la pista 3... en busca de Calleri y su contrincante. En busca de un partido interesante. ¿Lo encontró? Por el camino se topó con el todavía tercer set de Fernando Vicente y Paul Goldstein. Y algún famoso que no supo reconocer, pero al que todo el mundo le pedía autógrafos y fotos. Entonces llegó el momento en el que, por el altavoz, una voz grave anunció el nombre de Calleri, el de Lorenzi y el de la pista 3. Se fue directa hacia allí y se cercioró de que la minigrada preparada para la pista estaba ya llena de argentinos, y que no había sitio para ella. Consiguió sentarse en el escalón de la tarima y así al menos no tenía que soportar el peso de la mochila.


Aparecieron ambos, y los dos se pusieron pronto al asunto. Y bien que se puso Calleri, que tenía un día de esos en los que todo entra. Todos los saques son buenos. A veces llega a ser aburrido, tanta perfección. Pero el rival se lo trabajó un poco, aunque finalmente perdiera 6-2, 6-2 ante un gran Calleri. Cómo extendía el brazo con el revés. Qué golpes. La grada estaba con él. Paolo Lorenzi discutió con el árbitro durante un rato debido a una bola. Miriam no se enteró realmente de cuál era la cuestión, pero después de haber acabado el partido, aún seguía hablando de ello, a lo que se sumó Calleri y su curiosidad. Pero todo de buenas. El Paolo en cuestión.


Y después de eso... como guindilla última de este primer post (que no de la tarde), en la pista 2, Marat Safin. El ruso que a los 12 años ya estaba en España. Que ha estado en el nº1 de la ATP. Que habla mejor castellano que otros españoles. Que es alto. Que cuando no tiene un día bueno, le puede ir mal o peor... pero cuando lo tiene bueno, no hay quien lo pare. Que es más inconstante que el propio humor de Miriam. Así que ella no podía faltar a su partido ante Bolelli, Simone Bolelli, un italiano que tampoco conoce.

Pero ahí estaba Safin. Con ese traje tan chillón. Con sus muñequeras blancas. Con su altura y su todo. Pero el día no le acompañaba. Que va. El primer set fue un desastre. Se oían las voces rusas de algunos fans, de Miriam y su madre y dos tenistas jóvenes que estaban de su parte (y que como Miriam no podía obviar, estaban tomando el sol con el torso desnudo... un torso elaborado que no exagerado, digno de algunas miradas xD). En el segundo set, Safin se reencontró a sí mismo durante unos cuantos juegos. Consiguió recuperar su saque y ponerle unos cuantos obstáculos a Bolelli. El momento culminante fue cuando llegaron al tie-break, después de unos últimos juegos de infarto, en el que Safin luchaba por quedarse en el partido. Miriam y su madre estaban eufóricas, mientras los dos jóvenes tenistas le animaban en su propio idioma. Pero nada jugó a favor de Safin, que acabó perdiendo el tie-break y por lo tanto, el partido. Se fue sin más. No hay que olvidar que al hombre le dieron un warning en un arranque de rabia y prepotencia que tuvo al ver que nada le salía, cogiendo una pelota y mandándola a tomar por culo con la raqueta. Cuando Miriam vio semejante liberación de estrés (unos puntos más tarde, lo que liberó fue un buen grito), se acordó del partido Calleri-Balcells en una edición del Mallorca Open, en el cual el argentino hizo exactamente lo mismo, pero no se llevó ningún warning xD.

El italiano en cuestión:

















Para acompañar la última parte de la presente información, se adjuntan otras dos fotos que Miriam sacó a Safin para deleite propio:



















Lástima de la redimensión que se ha tenido que hacer, y la redimensión sobre la redimensión que hace el blog. De momento, esto es todo. Mañana u otro día, el siguiente post, con más fotos.